José Manuel Martínez: “El sector pesquero lo que quiere es que se le deje trabajar”

Publicado: 06/10/2022
Hablamos con el director general de Pesca de la Junta de Andalucía sobre la situación del sector pesquero, el alga invasora, el cangrejo azul, el gasoil...
En primer lugar, enhorabuena por su reelección como director general de Pesca en Andalucía. ¿Qué significa para pueblos como Barbate y Conil contar con una persona tan conocedora de la zona en ese cargo autonómico?

–Muchas gracias por la felicitación. Para el sector pesquero de Conil, Barbate y de la provincia en general, es algo bastante importante porque además de conocer de primera mano en los puertos, empresas y tejido social, también supone una oportunidad de dar un impulso desde la Junta en varios aspectos, entre ellos la puesta en marcha de una nueva normativa adaptada a la realidad. Trabajamos con una normativa básica estatal en muchas ocasiones para una pesca de artes menores que son competencia exclusiva de la Junta a través del Estatuto de Autonomía. Contamos con unos fondos europeos para la pesca muy importantes para el sector primario productivo que deben ir destinado a los pescadores y a sus familias, por lo que decidimos cambiar su forma de distribuirse. Andalucía, ni su sector pesquero, participaban en la ejecución de dichos fondos, lo que se traducía en un nivel de ejecución muy bajo. Lo que hemos hecho es darle la vuelta con diálogo y transparencia con el sector para acompañarlo en esa difícil travesía. Ya podemos decir que las paradas temporales por regeneración de caladeros, los tripulantes que antes no accedían a esas ayudas ya sí pueden hacerlo. Esta semana se cobra la parada de diciembre y enero pasados. Son unos tres mil euros por tripulante y el armador en función de la GT del barco, entre los doce y los dieciocho mil euros.

La idea, entiendo, es llegar directamente al sector, ¿no?

–Exacto. Esa fue una de las premisas que usamos en los presupuestos (que fue el mayor de la historia para la pesca dentro de la Junta). Y el segundo año llevamos una propuesta mayor porque las ayudas europeas son cofinanciadas. La nuestra, la parte de la Junta, tenía que tener consignación presupuestaria para poder atenderla. Pasamos de un Presupuesto donde la pesca no existía, a otro donde tuvo la importancia que debía tener para poder ejecutar esos fondos europeos. Para no devolver más dinero a Europa y ese dinero fuese al bolsillo de los pescadores.

¿Antes se devolvían esas ayudas a Europa?

–Sí se devolvían.  Hemos sido incluso penalizados. Cuando entré la primera vez en el cargo, había ya reintegros por falta de ejecución y en esta pasada legislatura le pudimos dar la vuelta, porque también contamos con la visión de un sector que quería acceder a las ayudas. No solo el extractivo, el transformador, la comercialización y la acuicultura (en Barbate contamos con una empresa que está creciendo como la espuma). Siempre hay que tener en cuenta cuál es nuestro sector pesquero que es el más importante de España en artes menores. Y por lo tanto de Europa. Tenemos una flota de artes menores, de cerco, de palangre, de arrastre, muy numerosa pero pequeñita, en una Andalucía que tiene dos caladeros muy diferenciados (Mediterráneo y Golfo de Cádiz) y con políticas distintas. Además vamos a sacar un plan de gestión para la coquina y los mariscadores de a pie, pero sin inventar nada, simplemente copiando a Galicia. Un plan que les otorgará todos los derechos dentro de la política pesquera comunitaria y dentro de sus fondos para la pesca. También contamos con ríos y marismas, siempre buscando el equilibrio medioambiental con el equilibrio económico y social. La idea es que los fondos europeos lleguen a todo el sector en toda su amplitud. De hecho, antes de finalizar el año vamos a sacar el primer decreto de aguas interiores (competencia de la Junta) donde se pueda ejercer la actividad regulada en ellas. Esas aguas no han tenido nunca una regulación propia.

Uno de los problemas del sector es la ausencia de un relevo generacional…

–Sí. Es uno de los grandes problemas. Lo que haremos es que a través de los fondos europeos se abrirán unas becas para complementar la formación teórica. Es necesaria la práctica y eso supone un coste para el armador. Así, la beca es para que ese tripulante (hombre o mujer) se cubra los costes sociales como el salario, la seguridad social y la prevención de riesgos y seguros. La beca tendrá una duración de dos años con el objetivo de complementar la formación teórica. Es un puesto de trabajo sin costes para la empresa.

¿En qué situación se encuentra el futuro Aula del Mar que se pretende construir en el puerto de Barbate?

–El Aula del Mar vimos que era necesario y por eso hemos iniciado el proyecto. Ha salido a licitación y se está construyendo a través de Puertos de Andalucía y desde Pesca se dotará el contenido. Entre las dos consejerías vamos a crear un centro de formación permanente en Barbate para la pesca, el medioambiente y la formación en el sector primario, tan importante en la localidad. Localidad que cuenta con un alto índice de desempleo y la idea es que para formarse nadie tenga que desplazarse a Sanlúcar, a Isla Cristina, al tiempo que haya alumnos que pueden venir aquí. Hablamos de un aula pionera en Europa con unos contenidos de formación marítima, turística, recreativa, deportiva, aprovechando nuestro puerto deportivo y pesquero, nuestro parque natural y nuestro río.



En pocas ocasiones, tras un nuevo mandato, se ha mantenido a la consejera y a su dirección general. ¿Es un premio a vuestra gestión?

–Es un reconocimiento y un aval. Casi nunca se ha dado esta circunstancia, pero es que cada vez que entra alguien nuevo a un cargo necesita un aprendizaje. Y eso no será necesario. Entramos ya preparados porque además estamos preocupados por el contexto actual, con una guerra en Europa, con altos costes de explotación, etc. Por eso necesitamos redoblar los esfuerzos para que el impacto económico y social se amortigüe de la mejor manera posible.

¿Existe desde la Junta una sensibilidad real para con el sector pesquero?

–Sí. Cada vez que surge un problema, tenemos la atención del presidente Moreno. Lo voy a explicar clarito. Antes en los Consejos de Gobierno apenas se llevaban temas de pesca, ahora van cada semana. Si no tuviese la complicidad del presidente, evidentemente no habría contenido pesquero en esos consejos.

¿Qué se está haciendo desde la Junta y qué se demanda al Gobierno respecto al alga invasora?

–El alga es un problema para el sector, para las playas, para el turismo, para el medio ambiente. Es un problema de amplio espectro y por lo tanto, el Ministerio de Transición Ecológica tendrá que actuar en coordinación con su Ministerio de Pesca, así como con las comunidades autónomas y los propios ayuntamientos. Desde la Junta hemos ayudado a los afectados por el alga, sobre todo a las artes menores y el trasmallo. Se han destinado más de 2,6 millones de euros en dos convocatorias para ayudas directas. También sacaremos unas ayudas para la reposición de las redes afectadas y que así no tengan que asumir ese sobrecoste. Pero las competencias las tiene el ministerio, cuyo plan de actuación solo da indicaciones para que actúen las comunidades autónomas y los ayuntamientos, pero sin poner un euro. De hecho no han puesto ni un céntimo para el sector pesquero afectado, algo que sí estamos haciendo desde la Junta con ayudas directas, con reposición de las artes y con investigaciones junto a las universidades para ver si el alga tiene algún uso. Y además queremos facilitar que existan otras posibilidades de pesca. Hemos visto que al pulpo no le afecta, por lo que abriremos posibilidades para que la flota pueda trabajarlo, sobre todo cuando viendo los índices parece que vienen años buenos de pulpo. Por otro lado, le reclamamos al Ministerio de Pesca de la mano del sector pesquero de esta zona, mayor cuota de atún rojo. Queremos que una parte de la cuota nacional recaiga en estas pequeñas embarcaciones para que vivan de los recursos disponibles que hay. Eso sí, es necesario que el sector afectado traiga las algas y se lleven a los puntos de recogida que se instalarán en los puertos. Necesitamos esa colaboración que habrá que pagarla.

Otra especie invasora es el cangrejo azul… ¿qué pasos se están dando al respecto?

–Sí, pero tiene valor comercial. La situación cambia, aunque también desplaza y perjudica a especies autóctonas. Con el tiempo volverá a restablecerse el ecosistema. Pero al ser vendible entra en la cadena de comercialización. Para ello, a los mariscadores les hemos autorizado a capturarlos y bajo una orden que está a punto de salir, porque donde más afecta es a la reserva de la desembocadura del Guadalquivir, con lo que vamos a autorizar a que se pueda capturar a través de embarcaciones que de forma limitada y controlada puedan entrar en dichas reservas pesqueras.

¿Afecta al langostino?

–Hasta ahora se ha comprobado que no le afecta. Pero eso no significa que el langostino ante una amenaza se haya retirado. Pero no es su alimento básico.

Otra cuestión es el sobrecoste que padecen los barcos a la hora de rentabilizar sus salidas…

–A través de los fondos europeos hemos puesto a su disposición todo el montante para que llegue a las empresas y a los tripulantes. No hemos diferenciados convocatorias que van en las dos direcciones, el económico y el social. Vamos a sacar ayudas directas para paliar lo que no cubre el Ministerio (cuyas ayudas se quedaron al 30 de junio). Será bajo una orden que pondrá ahí los 3,6 millones de euros de los fondos. También otros tres millones para la acuicultura por sus costes de electricidad y de piensos. Ha subido a parte del gasoil (que tiene bonificación de 20 céntimos y que no es suficiente), los envases, el hielo y todo el avituallamiento en general. Y aquí sí podemos ayudar y lo haremos simplificando la gestión, sin complicarle la vida a la gente.

¿En qué sentido?

–Sabemos a qué precio está el gasoil, sabemos el tiempo que el barco ha estado en la mar a través de las cajas azules y las cajas verdes. Y como esos datos los tenemos en la administración, nosotros directamente les compensamos sin mayor burocracia, ni más papeleos. A ellos no se les engorra, y también nos ahorramos un sobrecoste en la administración. Es rentable para ambos. Hay que ser sensato y austero. Además, como hablamos al principio, al sector pesquero hay que conocerlo. No es lo mismo el puerto de Barbate que el de Adra. Hay que hacer un traje a medida para cada uno.

Conil cuenta con su marca de pescado, pero ¿Barbate?

–Podría tenerla. Cuenta con una flota de cerco que vende por cajas, no por piezas. Conil es artesanal y de pequeña escala con productos muy trazables e identificables como el sargo, el borricote. Además, en Conil se lo han currado. Tienen su marca. Están en ese aspecto adelantados. De cualquier manera para eso están las organizaciones de productos pesqueros. Lo importante es que el sector debe estar unido para que todo funcione en la misma dirección. La unión hace la fuerza.

Tras asistir a un Consejo Local de Pesca en Barbate, precisamente salí pensando en que no había unión…

–Tienes razón. Es una realidad. Esa impresión es real. Cada vez tiene menos barcos. Cuando hablamos de referente lo hacemos en pasado. Es triste. Hay una flota de cerco, una de artes menores, sus palangreros, sus trasmalleros… pero tiene división en sus referentes, en sus organizaciones. Por un lado, la Cofradía, luego Fenapa, tres vendedurías, etc. Hay muchas voces que a veces no se ponen de acuerdo cuando tienen los mismos intereses.  Cuando Barbate se tiene que sentar en las mesas a nivel andaluz, nacional, provincial, al menos deben ponerse de acuerdo y llevar posiciones comunes. Al final nos encontramos que esa división no beneficia a nadie. Por otro lado, el Consejo Local de Pesca está bien, pero como un consejo asesor porque los ayuntamientos no tienen competencia en pesca. Ese consejo se creó para apoyar a las almadrabas, que evidentemente es un sector muy importante y al que también se le está ayudando desde la Junta hasta a través de los fondos europeos o con instalaciones en el puerto que están subvencionadas, en este caso para la almadraba de Barbate. Pero la idea es que se acuda con la misma voz a las distintas mesas y foros. Y si tiene que ser a través de ese consejo, que así sea, pero en realidad ahí se queda en un ámbito muy local, donde al final si se traslada algo es una queja, no una solución. Lo que hace falta es encontrar soluciones a los problemas y eso debe hacerse a través de un interlocutor válido. E insisto, la división no beneficia. Lo que no podemos es seguir perdiendo flota, capacidad productiva, perdiendo rentabilidad, perdiendo ilusión… cuando Barbate es importante dentro del sector. Pero hay que tener las ideas claras y saber que tenemos que estar más unidos de lo que estamos actualmente.

¿Qué demanda el sector de esta zona?

–Ellos lo que quieren es trabajar. No buscan líneas de ayuda. Lo que quieren es que se les deje trabajar y que la administración esté para acompañarlos. Eso lo tenemos claro. Estamos para acompañarlos y defenderlos en los foros nacionales e internacionales. El sector quiere que se le escuche para que se le atienda, no para justificarlo. Escúchame, compréndeme y entiende mi idioma para poder ayudarme. Eso es lo que quieren desde el sector.



¿Hay preocupación por el próximo reparto de cuotas?

–Estamos preocupados por la mala distribución que hay de los recursos. Hay barcos que tienen cuota y no la utilizan, y otros que quieren utilizarla pero no la tienen. Entendemos que están mal distribuidas o no se han actualizado. Necesitamos que los repartos de cuotas se distribuyan en función de unos porcentajes actualizados. La flota ha cambiado. Hay barcos que están amarrados. Hay barcos que venden su cuota sin una justificación, pero la cuota no es del barco. Sé que esto crea ampollas, pero es nuestro punto de vista. Hay que distribuir la cuota de manera que los barcos que quieran pescar, puedan hacerlo.

¿Qué relación mantiene con el Ministerio de Pesca?

–Hasta ahora, en Pesca, la relación es buena a pesar de las diferencias. Diferencias como el borrador de pesca sostenible estatal, cuya ley es de 2001 y hay que actualizarla. Pero nosotros hemos hecho unas alegaciones para aportar y sumar, sin intención de politizar porque eso perjudica al sector. Hemos alegado simplemente que se respeten las competencias andaluzas porque se meten en temas de marisqueo, de aguas interiores, y eso queremos regularlo desde aquí. Ese es un ejemplo. Solo pedimos la misma vara de medir.

 

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