El Ayuntamiento de la Entidad Local Autónoma (ELA) de Zahara de los Atunes acoge una magnífica exposición sobre ‘Las Almadrabas y la construcción de la Casa Guzmán. Siglo XIII-XVIII. Una mirada a través de la documentación del archivo general de la Fundación Casa Medina Sidonia’, en la que se el visitante se podrá adentrar en la misma a través de mapas, planos, chancas y salinas, y documentos.
La misma permanecerá abierta al público hasta el próximo 3 de mayo.
Tal y como indica Liliane MªDahlmann, directora-conservadora del archivo general de la Fundación Casa Medina Sidonia, “cuando hablamos de la pesquería de la almadraba probablemente nos venga a la mente la imagen de una bandada de atunes, yendo al encuentro del Mediterráneo en busca del lugar apropiado para desovar, futuros atunes que volverán al Atlántico, al mar de ‘Sargazos’, dando continuidad al ciclo de la vida que, como la piedra de Sísifo, una y otra vez habrán de retornar al lugar de partida, en este caso al estrecho de Gibraltar, donde encontrarán la muerte en un universo de redes dispuestas por el hombre para su captura. Un ritual que nos adentra en la noche de los tiempos, cuando nuestros antepasados desarrollaron conductas complejas de usar herramientas para dar caza a sus presas”.
Los documentos conservados en el Archivo General de la Fundación Casa de Medina Sidonia “permiten adentrarnos en las estructuras sociales y económicas que devienen de este arte de pesca, a partir de los cuales podemos elaborar un modelo teórico del sistema económico y de la sociedad del momento, conformando una realidad asentada en Andalucía Occidental, concretamente en la zona de su costa atlántica”.
A través de los mapas geográficos, documentos y planos territoriales del Estado Medina Sidonia, “nos será fácil distinguir cuál fue el centro económico y social de las actividades mercantiles y comerciales llevados a cabo por los señores de la Casa Guzmán, que devendrá en la de Niebla en 1368 y Medina Sidonia en 1445, cuyos titulares supieron controlar durante siglos este espacio territorial y marítimo, y con ello la pesca del atún. Las primeras noticias documentadas que tenemos son del siglo XIV, aunque todo indica que ya en el XIII se dispuso armar la almadraba de Conil. A partir de 1645, momento en que el IX duque, don Gaspar del Guzmán, pierde el señorío de Sanlúcar, acusado de traición a la Corona, se produce un momento de inflexión, donde las capturas apenas cubren los gastos de inversión que se precisaba realizar a la hora de armar la pesquería. Si bien la casa no perdió sus derechos exclusivos sobre las almadrabas, pero hasta bien entrado el siglo XVIII no surgirían nuevos proyectos que permitiesen obtener una cierta rentabilidad, en concreto con el XIV, XV y XVI duque de Medina Sidonia, pero nada volvería a ser como antaño: épocas de grandes pesquerías y pingües beneficios. El fin de la pesquería exclusiva por parte de la Casa Medina Sidonia ocurriría en 1812, con la Constitución de Cádiz, que dio lugar a la supresión de los privilegios jurisdiccionales”.
Esta exposición también pretende “aportar algunos elementos de reflexión en torno a los complejos mecanismos que supuso el beneficio, otorgado por los distintos monarcas hispánicos a la casa de Guzmán, del privilegio de poder pescar atunes, protegidospor el derecho exclusivo de armar almadraba, desde la Raya de Portugal hasta el Reino de Granada, frente a las demás casas nobiliarias del momento. Privilegio que será contestado por los demás señores, como fue el caso del marqués de Cádiz, o el de Ayamonte, que en 1519 pretende instalar almadraba en la zona de Lepe, Ayamonte y la Redondela. Asunto que acabará en litigio, y sentencia, una vez más, a favor del Duque”.
A estos privilegios debemos añadir “el de la sal, conservante del atún que se salaba en las chancas de Conil y Zahara, libre de impuestos hasta que Felipe II declara a las salinas monopolio del Estado, quedando el privilegio reducido a 5.000 cahíces de sal por año, lo que dio lugar a largos pleitos con la corona y graves consecuencias económicas para la hacienda ducal y los pueblos del estado; lo que nos remite a dos cuestiones esenciales: la gestión de un gobierno del estado señorial y sus efectos en las estructuras sociales y económicas del momento”.
“Las imágenes que aquí presentamos ofrecen la posibilidad de hacer comprensible el pasado para traerlo a nuestro presente, abriendo la puerta a nuevas investigaciones que giren en torno a conceptos de sostenibilidad, climatología, individuo, mundo social y económico, sustentados sobre pruebas empíricamente verificables”, indica.
Este es el cometido de esta exposición, “acercar la historia a la sociedad, que comprenda los mecanismos de cambio que nos han traído al siglo XXI, pues sólo desde el ayer es posible construir modelos y secuencias estructurales que nos sirvan de marco de referencia para fijar situaciones en su contexto y darles la respuesta adecuada”.
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