Subiendo grados

Publicado: 18/12/2019
Autor

Remedios Jiménez

Licenciada en Historia, docente jubilada, integrante del Aula Atenea del Ateneo de Jerez y de varios clubes de lectura

Atando Cabos

Una mirada sobre lo que nos pasa día a día, bajo los titulares de la incesante actualidad

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Cómo solucionar el cómo ha llegado el cadmio hasta las gambas no es noticia
La Cumbre del Clima de 2019 ha terminado. Conclusiones: los grupos de gente concienciada no pueden hacer nada contrala mayoría de las empresas y países contaminantes que van a seguir igual. La Tierra seguirá subiendo su temperatura, el deshielo, las sequías y los incendios continuarán, porque los compromisos para reducir el CO2 son irrisorios.

En la Edad Media, incluso cuando ya se había instaurado el cristianismo, la gente tenía clara su conexión con el medio ambiente. Al recién nacido se le pasaba varias veces por el hueco de un árbol para indicar que procedente del mundo natural se incorporaba al mundo de los hombres. Se consideraban sagrados los ríos, los grandes y antiguos árboles a los que se trataba con respeto. No puedo decir que hayamos avanzado. Las incoherencias nos azotan. Los japoneses separan la tapita del yogur del vasito y los echan en contenedores diferentes. Luego con barcos armados de súper arpones matan a las ballenas hasta llevarlas a los límites de la extinción. Las organizaciones como Greenpeace imitan al capitán Nemo pero en pacífico para impedirlo. Se ponen entre los barcos y las ballenas para impedir que las arponeen, es un logro temporal. El capitán era más violento, directamente hundía los barcos para parar el desastre. Esta llamada a la ecología tiene más de dos siglos y es muy triste, pero por las buenas estamos avanzando poco.

Vemos en las noticias como Australia se quema y nos coge de lejos. Allí no se puede ya ni respirar. Debería extenderse el pánico, pero mientras sólo sean unos cuantos, sobre todo gente joven los concienciados no se presionará de verás a los gobiernos y a las empresas. El medio ambiente todavía no cosecha votos en España que es un país desarrollado.

Los tintes de nuestras ropas cuestan la vida a los que tiñen las camisetas, son tan tóxicos que en las ciudades donde se localizan estas empresas las farmacéuticas abren centros de investigación del cáncer. Los trabajadores que en Europa abren las cajas de prendas y las planchan sufren enfermedades pulmonares. El cáncer no para de matarnos a los que llevamos estas ropas. Lo importante es el negocio y mientras sea así no hay nada que hacer ya se mueran y enfermen las personas y se contaminen las aguas de los ríos y de los mares por los desechos.

Aviso para navegantes en las televisiones: no chupen las cabezas de las gambas. El cadmio que contienen produce cáncer. Cómo solucionar el cómo ha llegado el cadmio hasta las gambas no es noticia.

 

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