Atando Cabos

Lazos rosas

Cómo convencer a una madre que se muere de que no es responsable de abandonar a sus hijos en la infancia

Publicado: 22/10/2019 ·
21:31
· Actualizado: 22/10/2019 · 21:31
Autor

Remedios Jiménez

Licenciada en Historia, docente jubilada, integrante del Aula Atenea del Ateneo de Jerez y de varios clubes de lectura

Atando Cabos

Una mirada sobre lo que nos pasa día a día, bajo los titulares de la incesante actualidad

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El diecinueve de octubre es el día mundial del cáncer de mama. Una de cada ocho mujeres se verá afectada por él a lo largo de su vida. Tenerlo presente es importante, porque la mayor posibilidad de cura es la prevención.

El cáncer de mama se hace visible ese día con miles de lazos rosas. Cotidianamente el cáncer en general se nos hace patente a través de un pañuelo en la cabeza o una peluca. Para mí donde se muestra con mayor dolor es a la puerta de los colegios. Las madres asisten a la rutina diaria de sus hijos sintiéndola un privilegio. Lo he visto, estaban allí en segundo o en tercero, pero no pudieron terminar la Primaria. Lucharon hasta el final, ganaron el respeto y la admiración de todos los que las acompañamos en días de lluvia o sol.

Después de tanto esfuerzo se merecían descansar en paz, pero era muy difícil. Se marchaban sin haber concluido la responsabilidad de cuidarlos hasta que se hicieran mayores. La muerte se puede sentir de muchas maneras distintas, pero vivirla como una irresponsabilidad debe ser la forma más dura de afrontarla. ¿Acaso no pelearon con uñas y dientes por permanecer vivas? No se puede hacer nada más, sino poner confianza en los que quedan. Ese es el papel de los que las rodeamos. Hacerlas sentir que no han fallado.

Nadie falla a los demás por no conseguir curarse. Por no haber estado atenta a las señales que le enviaba el cuerpo. Ni los mismos médicos las perciben en ocasiones en ellos mismos. Pero el run run de los pensamientos es incansable: debía haberlo previsto, mi madre murió de cáncer… Bueno, tenías la papeleta, pero no estudiaste medicina, cumpliste con notificarlo a tu cabecera y al especialista, no sabías qué buscar en las analíticas.

Cómo convencer a una madre que se muere de que no es responsable de abandonar a sus hijos en la infancia. De que de allí en adelante nada será igual. Porque la muerte siempre te hace mayor, aunque la hayas afrontado a una edad en la que eras tan pequeño que no pudiste tener consciencia de ella. No lo sé, pero es necesario. No me parece decente dejarlas marchar con ese dolor, angustiadas día a día de ver como la vida se les va de las manos.

Creo que deberíamos contar con ayuda profesional. Tanto la persona enferma como los que la cuidan y los hijos. No nacemos preparados, ni para enfrentar la muerte propia ni la de nuestros seres queridos. No hay derecho a que todos vivamos estos procesos con culpa.

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