El día de su muerte pedían una silla para don Blas, que estaba muy mal de las piernas. Ahora tiene calles, colegios, monumentos, pero nada es suficiente para pagar la deuda que le tenemos. Honores para el padre de la patria andaluza ahora que se acerca el día de Andalucía.
Aún me preocupa que Blas Infante no sea lo suficientemente conocido por los andaluces. Quizás lo conozcan algunos por ser el autor del himno, pero su vida, su lucha, su militancia por Andalucía es más desconocida. Y Blas fue precoz en su identificación y preocupación por el padecimiento del pueblo andaluz:”Yo tengo clavada en mi conciencia, desde mi infancia, la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo, …” La obsesión por la miseria de su pueblo la llevaría durante toda su vida. Él quería para Andalucía la reforma agraria, que las tierras fueran para quiénes las trabajaban, la división de poderes y la educación como un derecho, universal y gratuito. El revolucionario del pueblo andaluz tampoco se olvidó de la mujer y sus derechos civiles y sociales. Y para hacer todo esto, creo los centros andaluces que cerró el dictador Primo de Ribera. No derramó una gota de sangre en su vida. Pero sí, como notario, pospuso o evitó muchos desahucios, sólo por dignidad personal. Cosa que no se lleva hoy en día, te ponen los trastos en la calle antes de que te hayan buscado una alternativa de vivienda. En España todos los días hay gente a la que obligan a abandonar su casa por no poder pagarla.
Oficialmente Andalucía no lo reconoce como padre de la patria hasta el 14 de abril de 1983. Más recientemente se ha comprado la que fue su casa en Coria del Río que él llamaba: Dar-al-farah (la Casa de la Alegría). El sentía una gran atracción por todo lo musulmán, por nuestra vinculación con el norte de África. ¿Qué diría de estos tiempos reaccionarios que vivimos? La apertura de mente de Blas Infante la tienen en Andalucía pocas personas hoy.
A gente así sus enemigos le temen tanto que han de matarlo dos veces, una real: el 11 de agosto del 36, cuando estaba luchando por el Estatuto de Autonomía y otra oficialmente: cuatro años más tarde, cuando se dictó una condena a muerte contra don Blas Infante por haberse significado en la creación de un partido andalucista. Hay quien se sorprenderá de semejante aberración, pero ha habido muchos a los que se han sacado de su tumba para fusilarlo.
Cuando vinieron por Blas Infante el 2 de agosto de 1936, sólo se llevó una radio. Oficialmente la familia no podía reclamarlo porque no estaba ni detenido, ni muerto. Un día les devolvieron la radio.
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