Somos adultos pero cuando tenemos que acudir a una cita médica y explicar lo que nos duele, nos volvemos confusos. Queremos que el médico nos eche una mano porque nosotros estamos ofuscados por los síntomas, nos sentimos vulnerables. Contestar cuándo empezó, cómo es el dolor, cuando sólo queremos decir me duele, lo hace difícil. Todo esto se hace más fácil cuando es tu médico de familia quién te ve, conoce tú historial, te conoce a ti. Pero con los recortes de la Junta de Andalucía, sólo podemos tener delante a un ats, primero y si lo considera oportuno un médico de urgencias. El médico de urgencias podría leerse tú historial, pero tiene un nuevo paciente cada cinco minutos. Quiere ir al mal que te aflije en este momento y si no es grave solventarlo con un Paracetamol y una recomendación de que acudas a tu médico.
No es una atención adecuada, la culpa no la tienen los que te atienden que llevan muchas horas haciendo guardias. La culpa la tiene el gobierno andaluz que ha recortado en médicos de familia y nos hace pasar toda una odisea para ver al nuestro.
Lo mismo está ocurriendo con las analíticas, tres semanas para hacértelas, para cuando veas el resultado ya te has curado. O por desgracia es demasiado tarde.
En el hospital pasa lo mismo, han colocado en la entrada de consultas externas un chiringuito que ha venido a sustituir a las enfermeras de planta. Después de coger un número y esperar hora y media te notifican que la revisión que tenían que hacerte en octubre, tardará muchos pero que muchos meses. Entonces quieres poner una reclamación y está ocupada por alguien que tiene que hacer varias. Dos horas después sigues esperando, las técnicos que hay en la entrada te dicen que es para nada. Persisto para enterarme luego de que se pueden hacer por internet.
Juanma Moreno está desmantelando la sanidad pública , cada vez costará más volver atrás. Nuestra sanidad, aquella que admiraba toda Europa se viene abajo. Han hecho una serie que lo describe, se llama
Respira y está en Netflix.
