Ciento once personas mueren al día esperando que les llegue la prestación por dependencia. Sin embargo, a algunas comunidades autónomas no les parece suficiente, esperan el dinero que llega del Estado para dedicarlo a este derecho y desvían el suyo a otras actividades.
Esto demuestra una vez más que hay desvío de unos fondos a otros, de hecho es una práctica habitual. Sin embargo, el dinero para las pensiones debe venir de un solo sitio. Ahí estamos siempre con la nube puesta porque no va a ver para los futuros pensionistas. Pues parece sencillo: habrá que dedicar otros fondos para conseguir algo tan necesario como una vida digna a las personas mayores.
Hay pocas cosas tan seguras, como que si no te mueres antes, llegarás a mayor. Y no todo el mundo es Felipe González, que se retira como asesor de las compañías eléctricas, como la mayoría de altos cargos políticos.
El capitalismo ha creado personas individualistas a los que no les preocupa si no su propio ombligo y además en el presente inmediato. No se les ha educado para que piensen en el futuro. Un ejemplo: el éxito de las compras a crédito, el mañana no les parece que vaya a llegar nunca, a pesar de que van cumpliendo años. Incluso hay un cierto rechazo al senior, ha triunfado el modelo de macro residencias donde retirarlos.
Hay otra opción, permanecer en casa con ayudas, como las que le asigna la prestación por dependencia, alguien que les guise, que les ayude en la higiene, que les acompañe al banco o a tomar un café, cosas sencillas y vitales. Es aquí donde han ahorrado algunas comunidades autónomas, que este año serán sancionadas por el Estado por listas y añadiría que por desalmadas. ¿Quién tendrá en cuenta estas actuaciones la próxima vez que vaya a votar? Los pensionistas, porque los demás no se ven en su lugar.
Hay opciones mejores como residencias de vida compartida, varias personas que se reúnen para convivir conservando cierta intimidad en habitaciones privadas. Luego todas disfrutan de las zonas comunes, el comedor, el salón, la sala para hacer ejercicio, el jardín. Lo hacen aportando un fondo común. Claro que no todo el mundo tiene los suficiente recursos para permitírselo, para ellos es indispensable la prestación por dependencia, esa que se puede dedicar a otros fines según quién gobierne.
