Arde Troya

Arde Troya. Almogía, lo primero

Volvemos a las andadas con Mariví Romero. Muchos malagueños y malagueñas ya la conocen bien

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Volvemos a las andadas con Mariví Romero. Muchos malagueños y malagueñas ya la conocen bien (y para mal) a esta supuesta ‘apparatchick’ del  Partido Popular. En realidad, Mariví no es aparato; para serlo hay que ser cuando menos fiel a una dirección; y , si esta mujer nos ha dejado algo claro, es que no ha tenido en su vida rumbo o dirección, mucho menos fidelidades.

Ella es y está en la política, simple y llanamente, por ser “amiga de”: primero fue amiga de Celia Villalobos; luego lo fue de Paco De la Torre; pero, desde el principio, y durante el mandato de los dos anteriores, esta mujer ha sido ‘la íntima’ de   Elías Bendodo y, sobre todo, de Juanma Moreno. 

El presidente de la Junta no dudó en hacerle un vídeo de apoyo para su campaña en Almogía, calificándola de “mujer de bandera, mujer trabajadora y madre ejemplar”, intentando así justificar el voto para su candidatura. Cualquiera que la conozca, sabe que Moreno Bonilla fue extraordinariamente amable. Para qué entrar en nada más.

Ahora vuelve al primer plano con su elección como miembro del Consejo de Administración de la RTVA. La Ley dice que, para poder acceder a dicho cargo, los elegidos deberán tener una “reconocida cualificación y experiencia profesional”: dos condiciones que ella no cumple de forma manifiesta. Pero a su amigo el consejero de Presidencia no le ha dado vergüenza en teorizar antes los medios una supuesta transversalidad entre la política y el periodismo, con la que ha intentando justificar que su amiga Mariví cobre un dineral y tenga otra vez coche oficial, por acudir a dos reuniones del consejo al mes. 

No hace falta recordar los innumerables episodios con los que esta mujer nos ha regalado a lo largo de su etapa de concejal, como aquella estancia con pago en especie de un hotel de Huelva al que le regalaba tuits de publicidad, cobrando como cobraba entonces un sueldo con exclusividad  de nuestro Ayuntamiento. 

También sabemos que Almogía nunca fue lo primero; tras el eslogan de campaña, la experta funambulista intentaba llegar a Diputación.

Así que la pregunta es sencilla y directa: ¿Qué le deben a Mariví Juanma Moreno Bonilla y Elías Bendodo para que ellos asuman que tienen que tragar con este descrédito y su correspondiente bochorno ante medios y redes? ¿De dónde los tiene cogidos?

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