Redacción arcos | El pasado viernes 29 de enero una activista de AMA Natura-Ecologistas en Acción alertó a la asociación de la existencia de peces muertos en el río Guadalete a la altura del azud de Angorrilla. El colectivo medioambiental dio parte inmediatamente a la Policía Local de Arcos, a la Agencia Andaluza del Agua y al agente fluvial de la zona para conocer qué pudo provocar estos hechos. Además, requirió a un colaborador para que realizara una inspección ocular para conocer la magnitud de este nuevo episodio de mortandad de peces en el río. Si bien se confirmó que el caso había afectado a un pequeño número de peces, la asociación entiende que no se debe menospreciar esta situación, entre otros motivos porque se repite con cierta asiduidad, tanto en el cauce del río como en el lago de Arcos. Además, otras especies animales como nutrias, y en el mismo lugar, se han visto afectadas (hace unas semanas el colaborador de AMA Natura también constató la presencia de otra nutria muerta en la presa de Guadalcacín ).
“Estos repetidos sucesos son claramente un indicador de que existe un problema medioambiental en estos lugares, problema sobre el que ninguna administración se decide a estudiar y a tomar cartas en el asunto”, señalan desde AMA Natura, que añade la importancia de todos los sistemas acuáticos, incluidos los subterráneos, de los que también se abastece la población. La asociación asegura que en este caso la administración local respondió con diligencia aportando la explicación “la turbidez del agua por estar abiertas las compuertas de la presa de Arcos” como la posible causa de la mortandad de peces, “lo que lleva a pensar que no se estudió bien el tema”. AMA Natura considera que “una indagación seria requiere de más tiempo y de métodos científicos más allá de echar un ojo para averiguar las causas”. Desde hace tiempo esta asociación viene denunciando la existencia de numerosos colectores y desagües de aguas negras que vierten al río y que podrían tener algo que ver en los episodios de mortandad de peces, amén de la utilización de componentes químicos en la agricultura y otros factores, todos ellos producidos por la acción del ser humano.
“Ir poniendo soluciones a estos desastres es algo muy necesario y deseable ya que el tic-tac del reloj sigue avanzando”, señalan en alusión a la calidad de las aguas del río Guadalete y los efectos del cambio climático por la mano humana.
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