Arcos

El club supera una de sus semanas más complicadas a causa del coronavirus

A día de hoy, no hay ningún caso de contagio en el club y se ha abonado la nómina de diciembre en su totalidad

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  • Antonio Sánchez continúa al frente del Arcos CF en uno de los periodos más difíciles y complicados de la reciente historia del club serrano. -

EL CLUB PLANTA CARA AL COVID-19

A día de hoy, todos los jugadores de la plantilla están a disposición del cuerpo técnico

Este domingo (12:30 h) llega al Antonio Gallardo el Xerez DFC

Los partidos de abono se podrán recuperar en la segunda fase

Una de las noticias dulces y positivas que transmite el presidente del Arcos CF Antonio Sánchez Casanueva es que la plantilla y cuerpo técnico del Arcos CF ya ha cobrado la nómina del mes de diciembre. En el plano deportivo, el equipo sacó adelante el último compromiso liguero que le enfrentó al At. Antoniano y no ha podido jugar el partido de la jornada undécima por un caso positivo de COVID-19 que ya dado negativo en el reciente test efectuado y cumplido los días de aislamiento, habiéndose reincorporado el jugador a los entrenamientos con normalidad, así como los casos existentes de algunos jugadores y el entrenador, que entraron en contacto directo con positivos por coronavirus. Ante esta situación, el club solicitó a la RFAF la suspensión y aplazamiento del partido del pasado domingo ante la UD Los Barrios, petición que le fue concedida el viernes por la tarde.

En cuanto al encuentro previsto para el próximo domingo frente al Xerez DFC, que en caso de disputarse comenzaría a las 12:30 horas, no se sabe a fecha de hoy si se va a celebrar. “Yo entiendo que sí, que se va a jugar”, aclara el presidente del club Antonio Sánchez Casanueva, “pero habrá que esperar a ver cómo evoluciona la pandemia, aunque si se celebra se hará sin público, lo que supone un fastidio para nosotros al ser este uno de los partidos de casa más destacados de toda la temporada y una fuente de ingresos importante para aliviar nuestra economía y recibir una buena inyección de dinero que nos hubiese permitido abonar una nómina a la plantilla”.

El revés financiero al no poder admitir público de Jerez de la Frontera por el cierre perimetral de ambas poblaciones, es otro duro golpe en la línea de flotación de las cuentas del club en una campaña en la que solo se ha podido contar con dos o tres partidos con público en las gradas del Antonio Gallardo. “Esto no pinta bien. La gente que tiene negocios está planteándose cerrarlos, pero tampoco lo tienen claro ni qué decisión tomar en unos momentos tan inciertos para la economía de la gente. La cosa está muy mal y no entiendo cómo el fútbol sigue adelante. De la Navidad ya han transcurrido 25 días y no se ve la luz al final del túnel. Las noticias no invitan al optimismo y termina uno por no escuchar nada. Lo de la vacuna se esperaba con gran expectación y esperanza de solución a la pandemia, pero pasan los días y te das cuenta de que es algo a largo plazo”, reconoce el directivo arcense.

Después de recuperarse los jugadores que han estado confinados como Eugenio y Álvaro González, el único integrante del plantel que podría perderse el partido del próximo domingo sería el míster Bolli, con un caso positivo en la familia, y que se encuentra pasando los días de confinamiento obligado. La situación en algunos puestos del equipo, la portería sin ir más lejos, ha sido delicada en estas últimas fechas al tener que subir al primer equipo de forma apresurada a dos porteros del juvenil A, Jairo Barroso y Gonzalo Gordillo, para ocupar un puesto en el banquillo en Los Barrios, donde Pablo Barroso hubiese sido titular en ausencia del confinado Antonio Lebrón, pero incluso el bueno de Pablo Barroso, todo un ejemplo de paciencia y abnegación a pesar de haber disputado muy pocos minutos desde que llegó al Arcos, sufrió una hipoglucemia (bajada de azúcar) la semana pasada en un entrenamiento que le dejó bastante tocado en su estado físico, por lo que se temía que tampoco hubiese podido viajar al Campo de Gibraltar, una circunstancia preocupante que se ha solventado con la suspensión del citado partido.

Este próximo viernes se llevarán a cabo de nuevo los tests antiCOVID y se verá cómo está la situación de cara a la visita al Antonio Gallardo del Xerez DFC de José Manuel Pérez Herrera, que regresaría nuevamente al que fue su lugar de trabajo en la temporada 2016-17, pero la evolución de la pandemia, como se está viendo, es imprevisible y no hay que descartar novedades inesperadas y negativas a lo largo de esta semana tanto en Arcos como en Jerez, con más de 1000 contagios por cada 100.000 habitantes en ambas poblaciones. “Nuestros futbolistas no son profesionales en el sentido de que no viven del fútbol para mantener una familia y prosperar y la mayoría son chavales muy jóvenes, con 20 o 21 años que apenas están en sus casas. Controlar todos sus movimientos es muy difícil porque salen, estudian en la facultad, trabajan en algunos casos, etc. y no siempre corren riesgo de contagio cuando entrenan con sus compañeros en el terreno de juego o en el vestuario del estadio. Hay muchos lugares donde se puede producir el contagio y nadie está a salvo de coger el coronavirus. Es muy todo muy complicado y ciertamente agotador el intentar lograr un control absoluto de cada movimiento, yo diría que imposible”, señala el joven presidente del Arcos.

De los dos fichajes que ha efectuado la dirección deportiva que encabeza Francisco Javier Guerrero en esta ventana de mercado, Cristian Ruiz y Enrique Rivas, solo el primero de ellos cuenta con ficha federativa hasta el momento y se está a la espera de obtener el permiso de la Federación Balear de Fútbol para que también el medio centro lebrijano pueda estar disponible para la convocatoria del partido contra el Xerez DFC, algo que podría suceder esta misma semana. En cuanto a los partidos que no pueden o no han podido presenciar los abonados de esta temporada al no permitirse la entrada en el estadio a causa del coronavirus, el partido del próximo domingo se les compensaría en la segunda fase del campeonato. “Este sería el cuarto y en la segunda fase todo el que tenga su abono va a poder entrar sin pagar nada más. Yo lo que quiero es que nos metamos entre los seis primeros del grupo, no vaya a ser que al final no se juegue la segunda fase y nos vayamos al charco del tirón”, sentencia con humor socarrón el presidente de un Arcos que está viviendo una etapa de las más extrañas de toda la historia de la entidad arcense.

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