El EDM Arcos perdió ante el CD Mergablo Conil por 93-31, un resultado que lo dice todo en cuanto a la incontestable superioridad de las conileñas. Ahora bien, hay que decir en descargo de las arcenses, que este ha sido su primer compromiso competitivo tras muchos años sin jugar en campeonatos federados, y tienen que retomar las rutinas y automatismos de los partidos oficiales, que distan bastante de las pachanguitas habituales.
El equipo que entrena Dani Kiu es nuevo y debe ir cogiendo el ritmo de forma paulatina, pero los caprichos del calendario han hecho que se tenga que medir a las primeras de cambio contra una de las escuadras más potentes del grupo, si no la que más. Sus jugadoras llevan mucho tiempo jugando juntas y cuentan con veteranía y experiencia. En cambio, el EDM Arcos féminas está integrado por jugadoras que estaban alejadas de la práctica del baloncesto y que lo están retomando de nuevo, por lo que el objetivo a corto plazo es el de ir recuperando sensaciones para familiarizarse otra vez con su deporte favorito, un logro que se irá consiguiendo a medida que avance la liga.
Todo esto se vio reflejado en el encuentro del sábado en el que, a la lógica desorientación de los primeros minutos ante unas rivales tan exigentes, le siguió la recuperación de la confianza en las propias posibilidades técnicas. Lo más positivo fue la buena condición física que mostraron las serranas, sus ganas de lucha y pelea y de seguir mejorando jornada a jornada.
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