Durante la vigente crisis sanitaria del Covid-19 las empresas sanitarias privadas han jugado un papel esencial. Si bien la administración pública ha centrado sus esfuerzos en combatir al virus y asistir a los enfermos, esta situación ha derivado en una evidente atención a otras patologías de las personas por una cuestión de prioridad. Al menos éste es el argumento que hoy por hoy cualquier médico esgrimiría. Sin embargo, la clínica del doctor Juan Manuel Armario ha compaginado ambas tareas, no sin el lógico esfuerzo organizativo que ello implica. La clínica, no obstante, es hoy el referente en Arcos para practicarse un test serológico que determine si hemos contraído el coronavirus, en ocasiones por no esperar a la cita de la sanidad pública o, simplemente, por confianza hacia uno de los profesionales del ramo más conocidos y apreciados en la ciudad de la que un día fue su alcalde.
En apenas dos semanas se han triplicado, si no más, los casos de Covid en Arcos. ¿Cómo se explica la situación y cómo se vislumbra el futuro más inmediato desde la clínica Vida y Salud que dirige?
–Arcos ha estado muy tranquilo en cuanto al número de casos hasta hace bien poco. Ha sido en agosto cuando se han producido focos y aumentado el número de casos. Creo que nos hemos relajado en las salidas. Se da la circunstancia de que el mayor número de contagios son de jóvenes, lo cual dice mucho a la hora de sus salidas, convivencia con amigos… Recuerdo que cuando abrieron los bares aparecieron personas abrazándose en redes sociales. No podemos pasar de un confinamiento a un todo es posible. Ahora se dan casos asintomáticos con una consiguiente mayor transmisión. Una persona con fiebre se autoconfina, llama a su médico…, pero cuando no tiene síntomas y no ha tenido contacto con enfermo alguno no sabe nada.
¿Cómo actúan desde la clínica cuando le trasladan un caso?
–Lo primero que le digo a las personas es que llamen a su médico de cabecera. En segundo lugar, que llamen a Salud Responde; en tercer lugar que avisen a su empresa si trabajan. Esas personas, al igual que los miembros de la familia con los que convivan, deben autoconfinarse automáticamente. También les digo que hagan un rastreo de los cuatro días anteriores a la prueba, para que comprueben con qué amigos han estado, dónde han estado… El contagio se produce, al parecer, en unos quince minutos y a menos de un metro y medio de distancia. Es importante tener los datos preparados ante un posible caso. Estos días he hablado con un médico del SAS y me decía que están desbordados, ya que incluso tienen que atender el teléfono y hacer de rastreadores en muchos casos. Es normal porque la asistencia en Atención Primaria tiene y debe amortiguar el trabajo de los hospitales para que éstos no se colapsen. A veces la gente me insiste en que no la llaman desde la sanidad pública, pero yo le digo que espere, que esa llamada acaba produciéndose. Y es así.
No obstante, las empresas privadas, como es su caso, vienen jugando un papel importante en la atención a la pandemia...
–El estado de alarma se decretó el sábado 14 de marzo. Tuvimos que hacer un ERTE y pasar una mala etapa por la incertidumbre, lo cual es común al resto de empresas. Esta misma semana hemos incorporado felizmente a toda la plantilla de la clínica. Desde el minuto cero adquirimos un compromiso frente al Covid-19 e implantamos todas las medidas de seguridad: equipos de protección, pantallas, mascarillas, etc. Explico que trabajamos desde el principio de la crisis y, sí, lógicamente hemos tenido más demanda porque muchos pacientes quieren ver presencialmente al médico. Tampoco faltan los test entre el personal de la clínica, donde evitamos las aglomeraciones y cumplimos con el horario de citas para no colapsar el servicio.
¿Es cierto que la atención al Covid ha ido en detrimento del seguimiento de otras patologías?
–Sí, es cierto. Mucha gente me dice que estaba pendiente de una ecografía, del resultado de una resonancia, del retraso de una operación quirúrgica. Hay más de cien personas en la UCI en toda Andalucía y unos mil casos diarios positivos por PCR en nuestra comunidad, pero en Madrid hay hospitales con tres plantas para el Covid y que están saturados. Ahora viene octubre, noviembre y la gripe de siempre. Creo que habrá miedo y estamos expectantes. Es curioso, pero posiblemente haya menos casos de gripe que otros años precisamente por el uso de la mascarilla. Cuando veo a personas que no utilizan bien la mascarilla, mejor que no salgan de casa. No es para llevarla colgando.
Ha sido un pena que la vacuna europea contra el Covid se haya desestimado por ahora tras haberse detectado efectos secundarios…
–El proceso de las vacunas lleva una serie de pasos, comenzando por la experimentación con animales y después con seres humanos voluntarios. No se puede correr más. Es preciso hacer un experimento con un determinado número de personas, esperar a la posible aparición de secuelas… Hablamos de una vacuna transgénica que puede alterar nuestros genes y eso lleva su tiempo. Todo eso está supervisado por la OMS, los laboratorios trabajan 24 horas…, pero creo que la vacuna no se verá hasta el próximo año.
Aunque suene a cansino, recordemos las medidas mínimas que la población debe adoptar.
–Lavado frecuente de manos, el uso de la mascarilla constantemente, utilización de geles al salir del supermercado, aunque si llevamos guantes mejor; por supuesto guardar la distancia social. No se puede salir con un grupo de quince o veinte personas a comer y no guardar la distancia. Lo mismo, tampoco se deben reunir los jóvenes como en ocasiones veo, muchos y juntos. En suma, protegernos para proteger a los demás.
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