Marina Rodríguez, formando tándem con su padre Joaquín Rodríguez, no ceja en su empeño de convertirse en una de las mejores cocheras de España. Si el pasado año conquistaba el cetro andaluz, en este ha logrado conservar su triunfo de la forma más brillante que se recuerda en el mundillo de la especialidad de obstáculos, dentro de la disciplina de enganches (limoneras), en la que ya está sentando precedentes desconocidos para su edad. No en balde, Marina aún pertenece a la categoría benjamín y con tan pocos años ya es capaz de sorprender a todos los más avezados expertos de la especialidad por la precisión y habilidad que está mostrando en sus intervenciones.
En la prueba de Trebujena del pasado sábado, competían seis enganches y sus respectivos ‘lacayos’, que ayudan al cochero a equilibrar y/o contrapesar el enganche. Nadie mejor que su padre, domador de su pony ‘Infante’ y archiganador de innumerables títulos nacionales, para ejercer esa importante función en un equipo arcense imbatible, en el que hija y padre dominan con rotundidad en cada prueba. Lo más insólito de todo ello es que Marina superó con creces los mejores tiempos de los participantes adultos, un detalle que habla por sí mismo de las cualidades e inteligencia de esta precoz deportista serrana, que sigue sorprendiendo a propios y extraños por su destreza.
En este aspecto, hay que adelantar que el cochero arcense Joaquín Rodríguez ya ha sido seleccionado por la Federación Española de Hípica para representar a España en el Campeonato del mundo de limoneras que se celebra en Pau (Francia) del 24 al 28 de octubre, tanto en el concurso individual como por equipos, otro jalón más en su espléndida trayectoria.
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