Arcos

La Salle y una PEVAU atípica

El colegio acoge por primera vez las pruebas de acceso a la Universidad bajo unas fuertes medidas de seguridad

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El alumnado, a las puertas del colegio La Salle.

El alumnado, a las puertas del colegio La Salle.

El alumnado, a las puertas del colegio La Salle.

Visita del equipo de Gobierno.

El alumnado, a las puertas del colegio La Salle.

El alumnado, a las puertas del colegio La Salle.

En rara ocasión se toman tantas medidas de seguridad, incluso la señalización de un pasillo de entrada al colegio La Salle que restó aparcamiento en toda la calle San Francisco. Fue la primera imagen que dejó la convocatoria de los exámenes de la PEVAU, en la que tomaron parte 216 alumnos de Arcos y Bornos. A muchos de ellos se les vio a las puertas del colegio dando un último repaso antes del examen, tomando un bocadillo y un refrigerio tras la dura prueba o departiendo con compañeros; eso sí, guardando las medidas seguridad de distancia social y uso de mascarillas en casi todos los casos.

Los nervios, no obstante, se apoderaron del alumnado, que comenzó los exámenes a las ocho menos cuarto de la mañana, aunque estos no se interrumpieron hasta las tres de la tarde. A pesar de los nervios, los chicos y chicas entrevistados por este medio aseguraban que el examen fue fácil, cumpliéndose en este sentido la previsión que ya expuso hace unos días la propia Universidad de Cádiz, ya que la crisis sanitaria del Covid-19 ha acortado temarios en algunos casos, pero siempre dando mayores opciones de aprobar.  

Otra de las imágenes que presentó atípicamente el colegio La Salle fue la custodia de vigilantes justo a las puertas del centro, así como la presencia de efectivos tanto de Protección Civil como de la Policía Local.
La directora del colegio, Catalina Gutiérrez, explica que para el centro ha supuesto un verdadero reto organizar la antigua Selectividad, no sólo por la avalancha de alumnos, sino por la cantidad de medidas de seguridad que ha habido que implantar, entre ellas la limpieza de las aulas en el momento de terminar un examen. A ello se le sumó un invitado poco grato: el sofocante calor, dado que en Arcos se alcanzaron temperaturas cercanas a los cuarenta grados.  Otra anécdota de la jornada fue que faltaba una silla adaptada para una menor con discapacidad, lo que provocó un tiempo de espera que finalmente se resolvió sin mayores problemas.

Las buenas condiciones de las instalaciones del colegio La Salle han sido fundamentales para que el centro haya albergado estas pruebas de acceso a la Universidad por primera vez en su historia.
A primeras horas de la jornada, los alumnos

y profesores recibieron la visita del alcalde, Isidoro Gambín, y de la delegada de Educación, Ana Carrera, para desear suerte a los alumnos y alumnas

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