Arcos

Sierra Aznar renace de sus cenizas

El trabajo de campo de la UCA está deparando nuevos datos sobre cómo era realmente el yacimiento arqueológico en superficie

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La delegada de Cultura junto al profesor de la UCA.

Yacimiento arqueológico de Sierra Aznar.

La delegada de Cultura junto al profesor de la UCA.

Trabajo de campo en el yacimiento arqueológico de Sierra Aznar.

Yacimiento arqueológico de Sierra Aznar.

Yacimiento arqueológico de Sierra Aznar.

Yacimiento arqueológico de Sierra Aznar.

La delegada de Cultura junto al profesor de la UCA.

Trabajo de campo en el yacimiento arqueológico de Sierra Aznar.

El yacimiento arqueológico de Sierra Aznar es el escenario estos días de una serie de trabajos técnicos dirigidos por el profesor Lázaro Lagóstena, de la Universidad de Cádiz (UCA). Las tareas están deparando nuevos datos sobre el origen y contenido de este espacio cuya conservación es “una obligación para valorar el propio yacimiento y todo lo que hay a su alrededor”, en palabras de la delegada de Cultura, María Macías.

La UCA propuso al Ayuntamiento una actuación faseada debido a la amplitud y complejidad del yacimiento. En la actual primera fase, que se prolongará hasta verano próximo, se plantea estudiar hasta dónde llega realmente el yacimiento, ya que ningún equipo que ha trabajo en el lugar hasta la fecha ha logrado ofrecer un mapa completo sobre la delimitación de este espacio en superficie. Para ello, dividen el terreno en segmentos y, con ayuda del GPS, colocan en su sitio cada elemento arqueológico hallado (sillares, cerámicas y construcciones). Con todos esos elementos se permite diseñar una propuesta sobre el territorio abarcado por el yacimiento, cuya ocupación humana empezó en la etapa prerromana y duró hasta la musulmana.  Los trabajos abarcan desde Sierra Aznar hasta su extremo que es la llamada Fuente del Sol. También se trabaja para lograr una imagen tridimensional de todo el yacimiento, para lo cual el equipo técnico opera con drones para así obtener, con gran calidad, una imagen nítida de la realidad del yacimiento.

Con estas técnicas, los recursos obtenidos son muy interesantes porque, entre otros, se logra conocer la cota exacta donde se asienta el yacimiento y con ello saber con más certeza cómo se utilizaba en el lugar el recurso del agua que al parecer tanta fama dio en su época de esplendor al asentamiento.  Así se localizan e identifican las distintas estructuras arqueológicas que afloran, y todo ello con gran precisión.

Futuras fases
Ya con vistas a una siguiente fase de trabajos, se plantea la realización de fotogrametría terrestre que testimonie los elementos visibles más destacados:  muros de terraza, cisternas, etc., gracias a un método en 3D que será incorporado a un modelo general que irá cerrando virtualmente cómo era el yacimiento y la función social que cumplía.

La intención de la UCA es presentar junto al Ayuntamiento después de verano los resultados de las investigaciones, sin que por ello se descarten futuras fases con técnicas no invasivas -la UCA es pionera en este sentido- para seguir profundizando en el estudio y en valor cultural de este espacio enclavado junto a la barriada rural de La Perdiz, en la carretera Arcos-Algar; un yacimiento arqueológico que bien merece la pena ser rescatado del olvido.

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