El jueves de la pasada semana tuvo lugar un aparatoso incendio en la ladera del casco antiguo de Arcos, en la zona de Caños Verdes. Se trata de la parcela de un propietario particular que ardió por motivos que se desconocen, pero sí se sabe que la existencia de un abundante pastizal hizo que el fuego se propagara rápidamente por todo el solar.
Dado que el terreno afectado se encuentra en la ladera del conjunto monumental, la columna de humo que desprendió se pudo ver desde numerosos puntos de la ciudad, despertando la lógica preocupación de los vecinos.
La actuación de los bomberos fue clave para que fuego no se extendiera a las parcelas y viviendas colindantes, aunque el propio Consorcio provincial de Bomberos no considera que el incendio fuera grave. Sin embargo, los bomberos se quedaron sin agua y tuvieron que repostar a toda prisa. Mientras tanto, resultó crucial la participación de algunos vecinos con sus propias mangueras, así como de los efectivos de la Policía Local que se implicaron en la extinción de las llamas.
No obstante, el fuego puso de relieve la necesidad de que los solares del casco urbano y alrededores de Arcos estén en las mejores condiciones posibles de limpieza para impedir que una colilla, un vidrio o cualquier otra causa puedan provocar un incendio. De hecho, la Delegación municipal de Medio Ambiente viene anunciado los últimos años a los propietarios de parcelas la obligación que tienen de mantenerlas limpias, aunque en ocasiones los propietarios hacen caso omiso de sus obligaciones, por lo que en estos casos suele actuar de oficio el Ayuntamiento para después pasar la factura de los gastos a los dueños.
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