Con Y griega

El valor de la estabilidad

Aparcado el contencioso interno, todas las energías deben emplearse en dotar a España de un Gobierno que asuma los importantes retos que tiene ante sí

Publicado: 15/07/2019 ·
21:23
· Actualizado: 15/07/2019 · 21:23
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Autor

Antonio Yélamo

Periodista de dilatada trayectoria, Antonio Yélamo es director de Radio Sevilla, en la Cadena Ser

Con Y griega

La actualidad política, social y económica andaluza analizada desde la A a la Y con el sello personal de Antonio Yélamo

VISITAR BLOG

A unos días para que Pedro Sánchez se presente al pleno de investidura en el Congreso de los Diputados, con un resultado aún muy incierto, cobra más valor, si cabe, el acuerdo que estableció en su momento con Susana Díaz. Un entendimiento entre dos dirigentes antes enfrentados y que ha dotado al PSOE de la estabilidad interna necesaria para afrontar este convulso periodo ofreciendo una formación unida a su secretario general. Se trata de un signo de firmeza que vale su peso en oro máxime si se tienen en cuenta las enormes dificultades que ha de superar para alcanzar su objetivo de revalidar su presidencia del gobierno de España.

Acometer este proceso, no exento de fuertes presiones externas y mucho de tacticismo,  teniendo el patio interno revuelto era la mejor garantía para el fracaso. Por medio está nada menos que lograr una formulación para regir el futuro de este país con asuntos pendientes como Cataluña, reformas estructurales y demás, temas, desde luego, de hondo calado que requieren del respaldo unánime de su organización. Y eso, Sánchez lo tiene por activa y por pasiva. Cierre de filas total de su ejecutiva federal, como no podía ser de otra forma, y, también, de todos los barones del partido que aún quedan con fuerzas y cierto relieve. Díaz que, siempre desconfió de los planes en materia territorial de Sánchez, no ofrece ahora ninguna duda ni resquicio alguno de crítica. Sus apariciones públicas muestran un sólido apoyo a su secretario general, como corresponde, sí, pero no se debe olvidar que antes no era así, ni muchísimo menos.

Resulta muy difícil imaginar a un Sánchez realizando ímprobos esfuerzos para conformar una mayoría de gobierno en la Cámara soportando, además, el ruido perturbador de los mandatarios regionales y otras figuras históricas del partido antes acostumbrados a marcarle el paso, cuando no, a obstaculizárselo. La tarea que tiene por delante es tan enorme que abrir el partido en canal a cuenta de a quién poner al frente de las diputaciones que controlan los socialistas en Andalucía parecía toda una irresponsabilidad. Así lo tuvo que ver tanto el propio Sánchez como Díaz quien, a su vez, se está beneficiando de la tranquilidad existente aquí, la suficiente para asimilar el duro trance del desalojo de la Junta, a pesar de ser la más votada en esta comunidad.

Así que, aparcado, por ahora, el contencioso interno, todas las energías deben emplearse en dotar a España de un Gobierno que asuma los importantes retos que tiene ante sí por lo que enredarse en cuitas internas no lo entenderían los ciudadanos que muestran signos más que evidentes de agotamiento ante tanta discusión estéril.  

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN