DIEGO ALBERTOS VILLALBA/ JOSÉ A. BENÍTEZ
La Antigua, Clerical, Devota e Hidalga Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón, María Santísima de la Piedad y San Juan Evangelista confirmaba pasados unos minutos de las ocho de la tarde que suspendía su salida procesional. Poco antes, cofrades y junta de Gobierno comprobaban cómo se hacía cierto ese dicho al que tanto recurren los hermanos cuando las precipitaciones amenazan: “En Jerez ya está lloviendo...”, como si la ciudad vecina, con la ayuda de los vientos, emupujase las nubes como una premonición. Y así fue, porque, casi como un reloj, se cumplió la llegada de las lluvias a eso del desfile.
El dorado paso de Cristo permanecía tenuemente iluminado en el interior de la Basílica Menor de Santa María de la Asunción, dispuesto para un recorrido que no comenzaría, frustrando así los anhelos penitenciales. No en vano, hay ocasión para rezar el vía crucis en el interior del templo. Este año los hermanos se afanaron para decorar el paso con un monte de claveles de color rojo sangre de toro. La Virgen lucía su saya bordada y su manto negro de luto. Una escena preparada para conmover a todo Arcos...
Como estreno de este años figuran los respiraderos laterales estucados a la espera de ser dorados para el completo acabado del paso,el cual fue estrenado en 2003 fruto del trabajo del taller de Guzmán Bejarano. El acompañamiento musical previsto era el de la banda de tambores y cornetas Santísimo Cristo a la Columna ‘El amarrado’, de Ávila.
Iglesia y hermandad han acordado que, una vez finalizado el vía crucis, se abra el templo que para que la feligresía y el pueblo en general puedan contemplar el paso del Cristo del Perdón.
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