Tras la tempestad suele llegar la calma. No lo ha sido en este caso, ya que lo que le ha sucedido es una acelerada cuenta atrás hasta la llegada de la Semana Santa, transformado ahora en un recompensado esfuerzo: las playas estarán listas para el inicio de la temporada turística. Gracias, fundamentalmente, al empeño de los ayuntamientos del litoral gaditano, que han exprimido sus recursos para intervenir sobre el terreno, sin olvidar la colaboración ciudadana y también la de los voluntarios medioambientales.
“Esto no se podía dilatar en el tiempo. No podíamos esperar a que llegaran las ayudas y las subvenciones, porque la Semana Santa es el punto de partida de la temporada turística y siempre sirve de muestra de lo que debe venir luego”. Lo atestiguaba esta semana en el espacio A compás de Ondaluz TV, José María Román, alcalde de Chiclana y presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz, quien reconoce el esfuerzo que han hecho todos los ayuntamientos para que las playas estén listas de cara a este fin de semana.
La imagen que traslada, y no solo él, es de optimismo. También la comparte Stefaan de Clerk, presidente de la Asociación de Hoteleros de la provincia, quien habla, en primer lugar, de “tranquilidad”, ya que las playas “van a estar casi al cien por cien operativas” desde este fin de semana; de hecho, “hay muchas zonas que están muy bien”. La prioridad, eso sí, pasa por arreglar los accesos, “eso es lo urgente”, y hace un llamamiento para que los municipios y Costas se pongan de acuerdo a la hora de acelerar esas reparaciones.
Miguel Molina, alcalde de Barbate, reconoce la preocupación inicial, “pero tenemos una responsabilidad ante los visitantes que tenemos que recibir y con los pocos recursos de que disponemos hemos intervenido hasta poner todas las playas lo mejor posible”.
En todos los casos se habla de cierta carencia de arena, y es ahí donde esperan la pronta intervención del Estado, ya que es quien tiene las competencias al respecto. Román es bastante crítico al respecto y espera que las manifestaciones, tanto del delegado del Gobierno, Antonio Sanz, como del subdelegado, Agustín Muñoz, se materialicen pronto, “ya que hay un planteamiento bien visto, en lo que respecta a la coordinación de las administraciones locales y autonómica para colaborar y estamos a la espera de la aportación del Estado”.
El “desastre”, en cualquier caso, “ha pasado”, resalta Molina. “Es cierto que ha afectado a unas zonas más que a otras, pero impera la tranquilidad de cara a los turistas que empiecen a llegar a partir de ahora, ya que las infraestructuras lo permiten y la propia seguridad de poder disfrutar con garantías de todo el litoral”.
En este sentido, Stefaan de Clerk también hace un llamamiento a la autocrítica, de cara a los que se han empeñado en “dar la sensación de que toda la provincia de Cádiz estaba devastada, cuando no era así”, compartiendo imágenes por redes sociales o por el mismo despliegue realizado por algunos medios de comunicación.
“Hay que mostrar más tranquilidad. Sobre todo porque tenemos más de 200 kilómetros de costa, pero además tenemos gastronomía, cultura, podemos promocionar muchas más cosas de la provincia y no ser tan alarmantes”, expone.
Chiringuitos
A lo largo de esos 200 kilómetros de costa hay 125 chiringuitos instalados; sin embargo, no todos podrán abrir este fin de semana, ya que algunos sí se han visto seriamente perjudicados por el daño de un temporal en el que coincidieron demasiadas cosas a la vez: unas mareas de 106 grados, vientos de hasta 120 kilómetros por hora y fuertes lluvias.
José Lorenzo Carrera, presidente de la Asociación de Chiringuitos de la provincia, reconocía en A Compás que él mismo no podrá abrir su negocio esta Semana Santa. “Todavía estamos evaluando daños. Hay compañeros que los sitúan por encima de los 50.000 euros, cuando la ayuda máxima a la que podemos aspirar es a 8.000 euros, y después de cumplir algunos requisitos, como disponer de un seguro y estar abiertos cuando se ha producido el daño, que en esta época no es habitual”, señala.
Lo que sí piden es que se acelere el proceso, ya que esa ayuda económica puede ser fundamental para reemprender la tarea en un sector que genera muchas contrataciones entre marzo y octubre, a una media de unos 16 empleados por negocio, así como “lo que mueve externamente, a través de repartidores y demás”. Un punto de vista que las administraciones también deberán tener en cuenta.
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