Arcos

La Junta se lleva de Arcos el servicio público de resonancia

Este jueves se confirmaba en el pliego del acuerdo sanitario con Pascual, que tiene hasta el 3 de abril para aceptar las condiciones cifradadas en 380 millones

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  • Manifestación de hace una semana. -

La Junta de Andalucía hacía público este jueves el pliego de condiciones que regula la renovación del concierto sanitario con el grupo empresarial Pascual. La gran sorpresa es que el SAS concede al citado grupo el servicio de resonancia magnética nuclear para la comarca, dejando así desprovisto a Arcos de un servicio público prestado durante casi ocho años y en suspenso en los dos últimos y medio. Así se confirmarían los peores presagios de la clínica ‘Vida y Salud’ del doctor Juan Manuel Armario, que ya se temía desde diciembre pasado este paso por parte de la Consejería de Salud. No obstante, y según admite el propio médico, el grupo Pascual carece de una resonancia magnética, de lo que se desprende que podría estar en trámites para su compra si ya no lo ha hecho, aunque se podría dar la circunstancia de que la mencionada firma sanitaria quisiera concertar el servicio a su vez con la clínica arcense, lo cual parece algo remoto.

El grupo Pascual tiene hasta el próximo 3 de abril para aceptar las condiciones del convenio, cuyo montante final es de 380 millones de euros. La publicación del pliego de condiciones por parte de la Junta supone un jarro de agua fría para la clínica, que confiaba para su subsistencia en la renovación del concierto sanitario. De hecho, para su rentabilidad, es preciso la realización de aproximadamente veinte resonancias magnéticas cada día, cuando en realidad ese número se ha reducido por tres. Los usuarios de la sanidad pública que necesiten el servicio deben desplazarse a centros hospitalarios de Jerez y Cádiz.

En cualquier caso, Arcos pierde un servicio público sanitario después de que el resto se venga poniendo en entredicho, desde la ampliación de horario del consultorio de El Pósito hasta un centro de especialidades o el aumento de ambulancias en la zona.

Armario, que parece haber perdido la ilusión en la posible renovación, y que ve cómo da al traste su proyecto empresarial sustentado en un concierto con la administración pública, asegura sentirse defraudado no sólo por una inversión de casi un millón de euros aún no amortizada, sino por el grado de entendimiento entre la administración y una empresa que cuenta con una plantilla de casi veinte trabajadores.

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