El Arcos encajó su primera derrota de la pretemporada ante la Balompédica Linense en el Antonio Barbadillo, escenario de un entretenido encuentro de la fase de preparación arcense con vistas al inicio de la temporada el próximo 23 de agosto. Los de Pepe Bermúdez tutearon durante bastantes momentos del partido a una Balona que, a pesar de estar bien distribuida a lo largo y ancho del irregular césped del coliseo arcense, se las veía y deseaba para hacer circular el balón con fluidez por el maltrecho terreno de juego. La presión a la que el Arcos sometía a los jugadores de construcción de juego del conjunto de Rafael Escobar asfixiaba la salida de balón de los visitantes y ocasionaba más de un disgusto a los pivotes de creación, Ximo Forner e Ismael Chico, que miraban a su banquillo para pedir soluciones ante la superioridad numérica local en una parcela del campo en la que saltaban chispas en cada disputa. Contemplando el ardor de la pelea y los estragos que causaba en el maltrecho césped, más parecía el terreno de juego un campo de minas después de la batalla que un rectángulo para jugar un partido de fútbol amistoso. Nadie regalaba nada. Bueno, sí, pero eso llegaría un poco más tarde. Mientras, los chicos de Bermúdez intentaban la machada probando a la corpulenta zaga albinegra en jugadas a balón parado a cargo del incombustible Dani Zúñiga y en acercamientos por las bandas, donde Jesús Muñoz y Heredia abanderaban los escarceos, aunque sin hacer daño del todo. Es de destacar la aportación de Jesús Muñoz por el flanco diestro –a Heredia ya le conocemos su ratonería y habilidad-, un futbolista de los que les gusta encarar y buscar a su marca para intentar desbordar a las primeras de cambio, algo digno de agradecer en los tiempos que corren.
La primera llegada de verdadero peligro la creó Rubén Sánchez con un latigazo de zurda al que contestó el debutante en la portería local, Alejandro García ‘Ale’, mostrándose rápido de reflejos y muy concentrado en cada lance. A la mitad de la primera fase la igualdad era casi total, pero pronto cambiarían las tornas. Todo se revolucionó en el minuto 37: centro de Caballero desde el córner y falta de Zúñiga que saca Mateo como puede. Tres minutos después, contra letal visitante que acaba en una apertura a la derecha para que José Ramón meta un balón al segundo palo que caza Espinar para batir a Ale por primera vez, un mazazo que acusó el Arcos con claridad porque nada más sacarse de centro, el mismo jugador se va de Adri con total facilidad y se planta de nuevo frente a Ale, al que bate en su salida con un leve y preciso toque con la derecha. El partido parecía sentenciado, pero nada más lejos de la realidad.
El Arcos salió en la segunda parte con más bríos (Urri, Antonio Moreno, Chato), con más gente de ataque (Canty, Jacobo) y con un jugador que puede explotar definitivamente esta temporada, Iván Jiménez ‘Maqui’. Su presencia en el campo es un bálsamo para la ligazón del juego arcense, un jugador que ve lo que otros no. Nada más iniciarse el segundo acto (47’), Juanca pudo acortar distancias en un fallo serio del portero balono Mateo y en el minuto 50, fue Zúñiga el que disparó a centro de Jesús Muñoz, desviando Mateo con apuros. Tras el típico carrusel de cambios para dar minutos, llegó el dudoso penalti de Mario a Maqui que el árbitro Sánchez Rincón no dudó en señalar, pero Lolo Soler, ya en la portería por Mateo, demostró por qué es el guardameta titular de la Balona y adivinó el lanzamiento de Caballero con dirección al poste derecho. Diez minutos más tarde, el propio Caballero se quiso resarcir de su oportunidad fallada y la clavaba de volea rompedora al primer palo sorprendiendo al portero visitante. La rapidez y el descaro de los atacantes arcenses hicieron el partido muy largo a los campogibraltareños y Canty puso a prueba nuevamente a Lolo Soler con un testarazo que desvió el portero a córner malogrando otra buena ocasión local que si llega a convertirse en gol no hubiese sido un campanazo ni una sorpresa puesto que los jóvenes cachorros blancos volvieron loca a la defensa balona en un final de encuentro frenético ante la pasividad de una Balompédica que pensaba que las tenía todas consigo con los dos tantos de Espinar de la primera mitad. La savia nueva del Arcos promete dar mucha guerra a los rivales que, como la Balona, dan el partido por ganado de antemano. Los de Bermúdez prometen trabajo, intensidad y ardor en la pelea donde antes imperaban el derrotismo y la desgana. Ahora, la movilidad de los jugadores de ataque es constante. La diversión está asegurada.
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