El socialista Isidoro Gambín ha iniciado su mandato de cuatro años con dos patatas calientes sobre la mesa: el pago de la nómina del mes de mayo y la difícil situación del servicio que presta la todavía empresa pública Ecorreciclajes.
En cuanto a la nómina, el pasado lunes se trasladó en su calidad de nuevo alcalde de Arcos hasta la sede de la Diputación provincial de Cádiz con el afán de agilizar el pago de la nómina y, en este sentido, el adelanto de las cantidades desde la institución provincial.
Por lo pronto, Gambín ya ha trasladado a los sindicatos municipales cuál es la situación económica, ya que no existe apenas liquidez en el Ayuntamiento, salvo una pequeña cantidad de 50.000 euros que, lógicamente, no da para pagar las casi 1.300 nóminas vigentes en estos momentos.
De hecho, Gambín asegura que la hacienda municipal está en “la UCI” por su delicada situación, entre otros motivos porque los 5,6 millones de euros anunciados para el semestre por el Gobierno saliente no dejan de ser una estimación de ingresos.
Pero, para más inri, el Gobierno municipal tiene que afrontar una nueva deuda con los proveedores locales por aproximadamente dos millones de euros. Así pues, sólo la nómina de mayo requiere 1,2 millones de euros.
Ante esta situación, el nuevo alcalde anuncia medidas drásticas que pasarán por la rescisión de contratos a medidas que vayan cumpliendo, con lo que espera aliviar de forma notable la carga laboral que supone el actual nivel de contratación.
Para Gambín, se trata de medidas “impopulares” pero al mismo tiempo necesarias” para consolidar la plantilla de trabajadores en el Ayuntamiento y garantizar que cobre en lo sucesivo. No obstante, el alcalde asegura que no viene a “quejarse”, sino a buscar las soluciones “con seriedad y responsabilidad”.
Esta complicada situación económica está alterando o condicionando la capacidad de nuevos contratos públicos, ya que Gambín sostiene que no se podrá contratar de nuevo al menos hasta dentro de tres meses.