Quedamos a las seis en el teatro, porque tienen ensayo general y podemos aprovechar para hacer la entrevista. Como siempre llego temprano a todas las citas me entretengo durante la espera observando las capacidades interpretativas de los jóvenes actores del grupo, que capitaneados por Salvador Pérez Salas representan una pieza con mucha gritería y mucho teléfono móvil, reflejo sin duda de nuestra sociedad actual, toda llena de ruido.
A las seis llega María Dolores Méndez, puntual, y mientras los jóvenes actores ensayan y ensayan pasamos a los camerinos. María Dolores es mujer tímida, algo muy normal en los actores, que, sin embargo, cuando se suben al escenario se transforman y se convierten en seres alados, desenvueltos, libres. Tampoco yo es que sea un tipo muy dicharachero, muy extrovertido. También soy tímido, así que empezamos la entrevista algo cortados, pero luego nos vamos serenando. Al fin y al cabo somos de la misma quinta, nacidos en la misma calle y amigos desde la infancia.
Vuelve Entretelas Teatro y lo hace en nuestro Olivares Veas, en sesiones de los días trece y catorce. ¿Qué representan en esta ocasión?
—Volvemos con el espectáculo “La Luna pisa el teatro III” y lo hacemos con motivo del Día Mundial del Teatro. Este año coincide la celebración con la Semana Santa, así que hemos decidido adelantar las fechas. Vamos a representar cinco piezas breves, una de ellas, la de más duración, unos treinta o treinta y cinco minutos, del autor Fernando Arrabal. Este año representan por primera vez los jóvenes del grupo, que ya el verano pasado representaron en las calles algunas piezas.
Eso iba a decirle. Mientras la esperaba he estado observando a los chavales y la verdad es que tienen tablas, nunca mejor dicho.
—Sí. Es cierto. Tenemos una muy buena cantera. Salvador Pérez Salas los llena y enseña muy bien. Tienen su taller los sábados y ya se ve, tienen desparpajo. Tienen la representación dentro y no hay más que apoyarlos y conducirlos convenientemente.
¿Cuál es el secreto de Entretelas Teatro para llenar el Olivares Veas cada vez que representan una obra?
—Hoy nos han dicho que está ya todo vendido. ¿El secreto? Quizás porque somos de Arcos, aunque nos gusta pensar que nuestra calidad tiene que ver. Nosotros actuamos siempre con mucha ilusión, y eso se transmite. Hay personas que gracias a nosotros descubren el teatro por primera vez, y eso es muy gratificante. También alegra mucho el saber que podemos estar creando afición a este maravilloso arte que es el teatro.
Usted tiene el cargo de Presidenta del grupo y eso suena a burocracia. ¿Prefiere los despachos o las tablas?
—Prefiero las tablas. La burocracia no es lo mío. Lo mío es el escenario. En el escenario es donde me siento a gusto, donde me siento libre. Allí pierdo la timidez. La interpretación me libera.
Porque usted, y se lo digo con total sinceridad, es una gran actriz. ¿Cómo se apodera el personaje de la actriz? Porque es así, ¿no cree? Yo pienso, no sé cómo lo ve usted, que es el personaje el que se apodera del actor o actriz en este caso, y no al revés.
—El escenario, como digo, me transforma. La interpretación me sale de forma natural, de dentro. Me gustan todos los personajes de una obra. Todos son importantes, porque como le digo a mis compañeros del grupo, una obra es un empeño común, y si algún personaje no está interpretado correctamente se resiente toda la obra. En mi caso, cuando decido interpretar a un personaje lo leo una y otra vez, y a la par que el personaje se va apoderando de mí yo me voy apoderando de él. Es una cosa mutua. Además, cada vez que lees el texto descubres algo nuevo en tu personaje. El personaje va creciendo. Así se lo hago saber a mis compañeros del grupo, que el personaje es algo vivo.
Oyéndola se me vienen a la memoria una declaraciones del actor Paco Rabal, quien decía que mucho tiempo después de su magistral interpretación en la película Los santos inocentes, el personaje seguía tan vivo en él que a veces se sorprendía a sí mismo con gestos y expresiones del mismo.
—Claro que sí. Lo comprendo. Cuando lo vives con autenticidad, el personaje se apodera de ti. El personaje sigue vivo en ti.
¿Cuáles son los proyectos de Entretelas Teatro más cercanos en el tiempo?
—Estamos trabajando en una obra dramática que nos gustaría representar pronto.
¿Y representaciones en teatros de fuera de Arcos?
—Queremos hacerlo, pero es difícil. Nuestro grupo no es profesional, y es un grupo amplio. Nos quitamos mucho tiempo para darlo al teatro que es nuestra pasión, pero siempre es dificultoso. Es mucho el sacrificio pero merece la pena.
La entrevista ha terminado y en el escenario sigue el guirigay de voces de los jóvenes actores, guiados por Salvador Pérez Salas. María Dolores y yo hablamos, antes de despedirnos, de lo que hablamos los mayores cada vez que nos vemos: de los nietos, de los estudios o los trabajos de los hijos… En fin.
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