El Arcos gana al Écija y sale de los puestos de descenso

Publicado: 29/09/2014
Un gol de Iván Guerrero de penalty da los tres puntos a los de Keko Rosano. El Écija jugó con nueve hombres durante 39 minutos por expulsión de Ismael y Manu Torres
—Arcos cf— Ismael, Pesca (Ángel, 71'), Casillas, Adri, Chato, Iván Guerrero (Xavi, 83'), Juanca, Iván Jiménez, Zurdito (Zúñiga, 61'), Heredia y Juanmi.       

                                                                            
—Écija Balompié— Molero, Núñez, Alejo, Troyano, Bolívar, Juanito, Manu Torres, Úbeda (Toni, 68'), Lolo Armario (Iván Martos, 80'), Rubén Alonso y Juan Guerra.
Goles:    1-0, min. 34 Iván Guerrero (p).


Árbitro: Alcalá González, colegio cordobés. Amonestó con amarilla a los locales Iván Guerrero,  Zurdito, Pesca, Juanmi y Juanca y a los visitantes Troyano, Rubén Alonso, Juan Guerra; y expulsó por doble amarilla a Bolívar, Manu Torres y al entrenador visitante Juan Ramón. 

 
Incidencias: Jornada séptima de la liga de Tercera División. Estadio Antonio Barbadillo, unos 150 espectadores.             

El Arcos logró frente a uno de los recién descendidos de la Segunda B, el Écija Balompié, la segunda victoria del campeonato, lo que le vale para salir de los puestos de descenso directo a la Primera Andaluza. El equipo arcense consiguió su segunda victoria seguida tras perder los cinco primeros encuentros de liga, lo que hizo encender las alarmas entre los aficionados y hacer crecer las dudas en la directiva y el cuerpo técnico. La victoria local se basó en un gran trabajo de contención y en la mejoría en el trato del balón, que empieza a no quemar tanto como antes en las botas de los jugadores blancos. La llegada de jugadores como Casillas, Adri, Iván Guerrero, Iván Jiménez y Juanmi -el último en aterrizar- han dado consistencia y seguridad a un equipo que comenzó la competición falto de forma y con muchas dudas en su juego.


Los cambios introducidos por el técnico arcense Keko Rosano y los refuerzos de última hora realizados por la secretaría técnica del club han hecho que la reacción del equipo en las tres últimas jornadas -ante el Algeciras, pese a la derrota, ya se vio otro Arcos- hayan cristalizado en un mejor tono físico y una mejor disposición táctica, lo que ha contribuido para que la reacción sea un hecho.

Pese a que todavía quedan bastantes aspectos que mejorar -más iniciativa en el juego y mayor pegada arriba-, hay que reconocer que el cambio experimentado por el Arcos es un hecho innegable, a pesar de la escasa asistencia de público al encuentro debido quizás a la celebración de la feria de San Miguel. No es fácil encontrar equipos en los puestos bajos de la tabla que consigan encadenar dos triunfos consecutivos, circunstancia que ha servido para despegar de lo más hondo de la clasificación en un abrir y cerrar de ojos.


El Arcos jugó bastante bien durante la primera mitad, donde exhibió su mejoría gracias a la buena actuación de Juanca e Iván Guerrero, que dominaron la parcela ancha y permitieron a Iván Jiménez y Heredia penetrar con peligro entre las líneas defensivas de un rival muy temeroso y con poca pólvora arriba.

El cuadro local se benefició de la falta de acierto del conjunto astigitano, al que no se le contabilizó ni un solo disparo a puerta en todo el primero período, y de la expulsión por doble cartulina amarilla del lateral izquierdo Ismael, que cometió la falta sobre Iván Jiménez que dio origen al penalty que transformó el otro Iván del Arcos, Guerrero, un jugador que se ha convertido en solo tres jornadas en el pilar indiscutible del equipo arcense. Su aportación al trabajo defensivo es enorme y su posición por delante de la línea defensiva le hace ser un punto de referencia fundamental tanto en tareas destructivas como en el inicio del juego desde atrás, donde los de Keko están mejorando más claramente, firmando dos jornadas seguidas sin recibir un gol. Donde más se echa en falta la mejoría es en la zona atacante. Apenas si se crean ocasiones claras de gol y se observa la soledad arriba del punta, en este caso, el debutante Juanmi, pero también ocurría lo mismo con Jordi.

Es de extrañar que Rafi Cruz, que en la pretemporada actuó en ocasiones como delantero en punta y con acierto, apenas haya repetido en esa misma posición durante la liga. Por una vez, pudo el Arcos ponerse por delante en el marcador y jugar con esa renta que, aunque escasa, daba para administrar pacientemente la ventaja adquirida esperando un fallo astigitano que pudiera darle la puntilla en una contra local, pero los de Rosano no estuvieron finos para armar el contraataque y los balones se perdían en malos pases y en pérdidas inexplicables por decisiones desacertadas.

La segunda expulsión en las filas visitantes en vez de significar el hundimiento definitivo de los de Juan Ramón -expulsado también por protestar- fue el aguijón que espoleó a un equipo herido en su orgullo y castigado por las lesiones y las expulsiones de un colegiado errático y desconcertante. Con nueve, el Écija jugó más y mejor que con diez u once y tuvo una ocasión para empatar que sacó Ángel desde debajo de los palos. Ahí se acabó el partido y el Arcos pudo respirar tranquilo con tres puntos más que le sacan de la zona caliente de la tabla.

© Copyright 2024 Andalucía Información