El alcalde de Arcos, José Luis Núñez, lamenta que el PSOE “siga erre que erre”, en alusión a la campaña que el grupo opositor ha emprendido para denunciar la subida de la tarifa del agua. Núñez entiende que los socialista se han quedado sin argumentos contra el equipo de Gobierno ante la avalancha de actuaciones que el ejecutivo está llevando a cabo en las calles de la ciudad “y para dar soluciones a los problemas de los arcenses”.
El alcalde instó al PSOE a que ruegue a la nueva presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que elimine de la factura del agua el concepto por depuración autonómica, con lo cual el precio del recibo bajaría, según Núñez. El mismo recuerda que, pese a ese canon autonómico, la Junta no ha realizado obras hidráulicas ni de mejora del suministro o depuración; en otros términos, cobra sin prestar ningún servicio a cambio, lamentó el alcalde.
Sobre la campaña en sí de los socialistas, que consiste en el reparto de folletos por los hogares arcenses, señaló que “el ciudadano ya sabe quién es cada uno”, rechazando en este sentido “una política de insultos, engaños” que, según el regidor, promulga el PSOE. Todo ello frente -explicó- “a la cantidad de chalecos amarillos y naranjas que se ven en las calles”, en referencia a los empleados del PILA que trabajan en el municipio.
Núñez terminó este asunto pidiendo al principal grupo opositor que arrime el hombro y aporte proyectos “viables” que pueda compartir con el equipo de Gobierno, así como que abandone esa política negativa donde, desde su punto de vista, está instalado el PSOE. “Yo no voy a entrar en la política bajuna y del panfleto”.
Vertidos al Guadalete
Por otro lado, el alcalde se ha referido a los vertidos de aguas residuales en el río Guadalete una vez que Ecologistas en Acción ha apuntado a la responsabilidad municipal por la presunta falta de atención sobre las infraestructuras hidráulicas. Como hizo días antes el delegado de Medio Ambiente, Francisco Muñoz, el alcalde admitió los vertidos, pero señaló que la empresa concesionaria del servicio de aguas, Aqualia, realizará la obra para poner en marcha los pozos de rebombeo que actualmente están fuera de servicio por distintos problemas.
Estos trabajos quedan contemplados en el acuerdo del Ayuntamiento y la compañía a cambio de la concesión del servicio. Para Núñez, los vertidos tienen un carácter “histórico”, por lo que también culpa a anteriores gobiernos y apunta a un problema de cota como posible causa, ya que los pozos rebosan el agua residual y la conduce al río. El alcalde asegura que este problema se ha dado durante 30 años, cuando el servicio estaba en manos de la empresa francesa Gestagua. El mismo termina recordando que el servicio del ciclo integral del agua suele estar en manos de empresas privadas en casi todas las ciudades de España, con lo que también quiso rechazar las críticas de los socialistas al acuerdo alcanzado con Aqualia, ya que el convenio vigente permitirá hacer frente al arreglo y creación de infraestructuras para mejorar el servicio.
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