La cita que se celebrará entre los días 21 de febrero y 8 de marzo de 2025, ha programado un total de 45 espectáculos, con 10 estrenos absolutos, 2 nacionales, 4 regionales y 3 presentaciones de discos
Como ya es habitual, los cursos y los cursillistas tendrán un papel protagonista en el festival, a través de 46 propuestas en torno a técnicas y estilos de baile
Un año más, las figuras más excepcionales de la danza española actual volverán a reunirse en Jerez, cuna incuestionable del flamenco, otorgando un especial protagonismo a esta disciplina de baile identitaria de esta tierra.
El Festival de Jerez abrirá las puertas de su XXIX edición entre los días 21 de febrero y 8 de marzo de 2025; una cita indispensable para los amantes y aficionados del flamenco que, en esta ocasión, pondrá el acento en el relevo generacional, con la presencia de grandes exponentes y de nuevas figuras que, de la mano de los primeros, van tomando el testigo de este arte único y universal.
Todas las vertientes y maneras de entender el flamenco inundarán la ciudad y recorrerán sus rincones en una nueva edición cuya programación dibuja el traspaso de conocimiento de un arte y una cultura de transmisión oral, de maestros a discípulos, en el cante, el toque y el baile.
El Festival de Jerez, cuyas ya están a la venta, vuelve a reunir a diversidad de creadores, con propuestas más clásicas y otras que trascienden la tradición y la herencia, pero sin perder el duende y la magia del flamenco, configurando un cartel de primer nivel.
Del otro lado, esta ciudad de rica tradición flamenca acogerá a un público ávido de emoción que será testigo de un total de 45 espectáculos, con 10 estrenos absolutos, 2 nacionales, 4 regionales y 3 presentaciones de disco. Todos ellos se celebrarán en distintos espacios. Y es que, en esta edición, el Festival de Jerez se abre a otros barrios, pero sin alejarse del centro de la ciudad.
A los escenarios del Teatro Villamarta, el Centro Social Blas Infante, la Sala Compañía, la bodega Los Apóstoles de González Byass, el Palacio de Villavicencio y distintas Peñas Flamencas de la ciudad subirán artistas de la talla de Eva Yerbabuena, Antonio Rey, La Macanita, Rafaela Carrasco, Ángeles Toledano, Jesús Méndez o Israel Galván, entre otros muchos, para mostrar al público de Jerez sus últimas propuestas escénicas.
Habrá espacio también para recordar a algunos de los grandes maestros de siempre que, aunque ya no están, siguen presentes a través de los artistas actuales y sus formas de crear y de hacer. Con todo ello, el Festival de Jerez será un reflejo del transcurrir de las culturas que conforman el flamenco y la danza española en su conjunto, que continúan evolucionando con frescura, pero con respeto a los legados, como un valor patrimonial que merece reconocimiento y memoria.
En este sentido, el espíritu y la capacidad integradora son otros de los ejes de la programación de este festival en el que el público tiene la oportunidad de disfrutar de la tradición según las distintas generaciones del flamenco y la danza que pasarán por los escenarios.
Y es que, a lo largo de casi tres décadas, este Festival se ha convertido en la gran cita jerezana del flamenco; un evento marcado en rojo en el calendario por parte del público que acude a Jerez a dejarse embelesar con lo mejor del toque, el cante y el baile; de los artistas, que encuentran aquí una cita inmejorable para brindar su talento en este arte; y, cómo no, de los cursillistas que cada año comparten y adquieren nuevos conocimientos y que en esta edición contarán con una oferta de 46 cursos.
Respecto a la imagen de esta edición, el artista jerezano Daniel Diosdado ha vuelto a ser el encargado de crear la obra que identifica al Festival de Jerez, poniendo el foco en “la idea del ‘relevo generacional’, que no del ‘cambio’, donde varias generaciones puedan convivir entre ellas”.
En este sentido, apunta Diosdado, el cartel refleja “el aprendizaje, la herencia y la transmisión del arte flamenco en esas generaciones” a través de “tres protagonistas que no lo habían sido aún en ninguno de mis carteles: esa bailaora mayor, con delantal y su roete, abuela, sabia y maestra flamenca; la niña que está empezando y que es un torbellino de ilusión, repitiendo cada uno de los movimientos de la abuela; y el propio Teatro Villamarta como tercer protagonista, y como escenario de estas generaciones, donde hay hueco para todas”.
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