Esta semana ha aparecido un número indeterminado de patos muertos en el lago de Arcos sin que hasta el momento se conozcan las causas oficiales. Dado que existe un protocolo contra la gripe aviar, enfermedad que podría estar detrás de estos casos de mortandad, la vecina de El Santiscal que habitualmente alimenta y cuida a estas aves tan características del embalse de la ciudad ha puesto estos hechos en conocimiento de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, cuyos técnicos retiran los ejemplares de patos muertos para el correspondiente estudio que certifique si la causa es, como se sospecha, la gripe aviar. Inicialmente, el agente de Medio Ambiente agrupó a los animales muertos con las debidas medidas de seguridad en estos casos y precintó el lugar para que nadie mantuviera contacto con las aves muertas, que es una premisa para no contraer la gripe aviar.
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