La Bien Aparecida, la mejor cocina cántabra en Madrid

Publicado: 13/05/2019
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Alerta Foodie

Álvaro Salinero, bajo el seudónimo de Alerta Foodie, lleva viajando para descubrir y reseñar restaurantes más de tres años

Cómete el mundo

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Restaurante del grupo Cañadio que dispone de otros tres espacios de éxito en la capital española
Tras cuatro años de presencia en Madrid, La Bien Aparecida se ha convertido en un restaurante de referencia en la bulliciosa calle Jorge Juan, donde la competencia hostelera es intimidante cuanto menos. Es la apuesta más ambiciosa del grupo que Paco Quirós inaugurara en 1981 en Santander y que treinta años más tarde se expandiese a la capital.



El local, antigua sede del bufete Uría Menéndez, cuenta con espacio para unas 100 personas aproximadamente, un valor enorme poder mantener el nivel de la cocina para tal cantidad de servicios.

 

Su chef José Manuel de Dios, formado en El Cenador de Amos de Jesús Sánchez y con Michel Bras en su restaurante de Laguiole, es probablemente de los cocineros más versátiles que conozco, la sutileza de su cocina y los productos de primera que maneja hace que platos tradicionales pasen a ser pases absolutamente sublimes.

 

Su carta que es muy completa cuenta con grandes adeptos, convierte el restaurante gastronómico en un espacio que visitar frecuentemente y así lo hacen muchos clientes que trabajan o viven en la zona, aunque si van por primera vez y con algo de tiempo recomiendo sus menús degustación, uno corto aunque muy ancho con un precio de 64€ y otro más largo con un coste de 95€.

 

En su menú cuenta con maravillas como su croqueta de huevo y lacón, con una textura fundente y melosa en su interior, una de mis favoritas. Su purrusalda es otra obra de arte, puerro, patata, brandada de bacalao y una fina lamina de pasta, la simplicidad del éxito hecha plato. Otro punto álgido del menú es su arroz, en Madrid hay muy pocos sitios donde se puedan comer buenos arroces y La Bien Aparecida es uno de ellos, en esta ocasión un arroz con pollo de corral, trufa negra y pimiento.

 

Punto y aparte son sus postres, su icono es la colmena de merengue, mango, chocolate blanco y vinagre, postre digno de cualquier tres estrellas Michelin, equilibrado, sutil. También incluyen su afamada tarta de queso que el grupo lleva elaborando desde 1981 bajo la misma receta.



 

Es uno de mis restaurantes de referencia en Madrid y como en mi anterior reseña no creo que la guía francesa tarde mucho tiempo en premiarle con su primer entorchado, la sala probablemente sea su aspecto más débil, pequeños fallos que le quitarán puntos si de verdad ambicionan esa estrella.

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