Ya es mala suerte. Prepara su partido una gran convención en la capital andaluza y la cita se ve oscurecida por el escándalo del Máster fantasma de Cristina Cifuentes. Lo que se presumía como una extraordinaria plataforma de lanzamiento para Juan Manuel Moreno Bonilla como candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía se convertía en un difícil encuentro, una comprometedora reunión en donde la escandalosa situación que afecta a la presidenta madrileña lo inundaba todo. Ni siquiera el cierre de filas al que apelaba María Dolores Cospedal contó con el favor de los suyos confiados ,como están, en que se ponga fin cuanto antes a este trance que amenaza con mediatizar gravemente el discurso del PP. Pero para eso se requiere una enérgica intervención de Mariano Rajoy poco dado a actuar y, más bien, proclive a dejar las cosas que se vayan pudriendo por sí solas, lentamente, aunque ese procesoconlleve más desgaste aún. Pero ,como confesaba a un grupo de periodistas un veterano dirigente popular en la recepción que ofrecieron el pasado viernes,Rajoy sería unmal jefe de recursos humanos. No le gusta cortar cabezas, a diferencia, por ejemplo, de José María Aznar.
Así que a la espera de que el tiempo haga su trabajo, Moreno se las tiene que apañar sacando adelante su candidatura contra viento y marea, tratando de superar unas circunstancias sobrevenidas y ajenas a su propia tarea aquí en Andalucía. Y ni ,tampoco, el juicio sobre los ERE le puede servir como el combustible deseado para dar brío a su trayectoria. Es evidente que por lo visto hasta ahora el caso está dando poco de sí. No genera los titulares que hubiera deseado para desgastar a su principal contrincante, Susana Díaz. Todo transcurre a una mortecina velocidad que resulta insuficiente para desplazar a sus vecinos los de Ciudadanos, cómodamente sentados en el sillón de atrás del Gobierno andaluz, observando con satisfacción cómo las encuestas les siguen sonriendo sistemáticamente. Con todo, el paso dado por Moreno sumándose al acuerdo sobre el nuevo modelo de Financiación Autonómica tiene su valor. Llegado el momento puede que los compromisos adquiridos le fuercen a tener que tomar una difícil opción entre la defensa de los intereses de Andalucía o los del Gobierno de la nación, riesgo que también corre, por supuesto, el propio PSOE andaluz dado que esta fuerza política no mantiene ,precisamente, una posición homogénea a nivel federal con respecto a este asunto.
De modo que Moreno se las tendrá que apañar, más bien, solo. No podrá aprovechar la inercia de esta convención a la que acabamos de asistir. Un obstáculo más que tendrá que superar como, igualmente, el de los indefendibles Presupuestos Generales del Estado ,proyecto del ministro Montoro del que poco se puede presumir en esta tierra. Algún día, cuando pase todo, podrá hacer una detallada recopilación de las barreras de todo tipo que se ha encontrado en el camino, incluidas las internas. Pero, de momento, ya está en la pista de despegue. Solo deseará que, por lo menos, los suyos no le estorben. Con eso ya es bastante.
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