El asunto de la enseñanza en España

Aunque muchos nada más que ven en Cádiz decadencia ayer y hoy; en Cádiz, en tiempos pasados, la docencia estaba perfectamente servida para esos años.

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Aunque muchos nada más que ven en Cádiz decadencia ayer y hoy; en Cádiz, en tiempos pasados, la docencia estaba perfectamente servida para esos años. En 1883, la ciudad contaba ya con un Instituto Provincial y una Escuela Normal para maestros y maestras, además de una Escuela de Comercio.
Trece colegios atendían a la población escolar. Doce Escuelas Públicas, algunas diurnas y nocturnas, atendían a las clases más desfavorecidas. Y varias instituciones religiosas a huérfanos y desvalidos. Curiosamente, todos los centros estaban bajo la advocación de santos, santas y vírgenes: San Felipe Neri, San Jerónimo, San Rafael, San Nicolás de Tolentino, San Clemente, San Fernando, San Pedro apóstol, San Ángel, San Luis Gonzaga, San Antonio de Padua, San Isidro... Muchos se instalaron en las dependencias conventuales abandonadas por las órdenes religiosas cuando la desamortización de nuestro Mendizábal; y otros tenían instalaciones propias más o menos subvencionadas por el municipio y la diputación. En esos centros, pedagogos de la talla de Alberto Lista (1755- 1848); Eduardo Benot (1822- 1907); Francisco Flores Arenas (1801-1877); Juan Bautista Chape, Francisco García Camero, etc. No olvidemos el celebérrimo Colegio de San Pedro, donde recibe instrucción Eduardo Benot, con profesores tan cualificados como don Pedro O’Crowley, don Joaquín Riquelme y don Ludolfo Uhthoff. No creo que esté nada mal esa nónima feliz de un profesorado eficientísimo que dedicaba su vida y obra a la enseñanza en un Cádiz novocentista del que tantos hombres célebres salieron para gloria local. No abandonó la ciudad jamás el cuidado pedagógico de sus hijos que en afamados colegios recibían instrucción. Esa es la gloria de Cádiz para el mundo ya que aquí jamás se descuidó, como en otros sitios, la docencia y muy célebres centros educativos formaron a una juventud que en la madurez alcanzó puestos preeminentes en el país. Y hoy, ¿podemos decir lo mismo de la calidad de la enseñanza en este siglo XXI tan cargado de tensiones nacionales e internacionales? No, rotundamente, no. Falla por todos los sitios la enseñanza actual y falla porque se la han entregado en muchos casos a ciertas cosas..., aunque eso está hasta cierto punto bien pues los padres pueden y deben opinar sobre la educación de sus hijos; pero no todos están calificados y cualificados para opinar. Los hay indiferentes, los hay mandones, los hay que saben más que los propios pedagogos y los hay que no hay quien los aguante. Y así la calidad de la enseñanza se deteriora cada día un poco más hasta alcanzar grados peligrosísimos y hasta alcanzar que el alumno no le tenga respeto al profesor y el colegio se convierta en un manicomio sin que nadie ponga orden. Es poca la calidad actual de la enseñanza no sólo en Cádiz, también en el resto de la nación y no sé si ocurre lo mismo en el resto de Europa. Mal asunto si es así. Parece como si no nos preocupara mucho o nada, la educación y formación de nuestros hijos, esos hombres del mañana que tomarán el relevo y llevarán el peso de la nación. Pero, ¿con qué preparación...? ¿con qué formación...? Son el día de mañana y es un mañana que no está hoy por hoy nada claro, yo diría que más bien oscuro...

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