La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) ha denunciado la agresión de un interno de la cárcel de Albolote (Granada) a dos trabajadores de la prisión, un preso con problemas de salud mental que ya había protagonizado otras agresiones en una semana.
La APFP, sindicato exclusivo en el ámbito penitenciario, ha denunciado en un comunicado la gravedad de la agresión registrada sobre las 14.10 horas de este martes en el centro penitenciario de Albolote.
En ese momento, un interno que ya golpeó a un funcionario este mes de septiembre presentó una conducta agresiva, por lo que fue atendido tanto por el médico de la prisión como por el jefe de Servicios, que intentó calmar al interno.
El reo, que según han detallado a Efe fuentes de Instituciones Penitenciarias sufrió un brote psicótico, amenazó e insultó a los funcionarios que le atendían y lanzó una silla de ruedas que golpeó al jefe de Servicios.
Además, se acercó a este trabajador y le propinó un puñetazo en la cara que le provocó una brecha.
El agresor es un interno de gran corpulencia que, según Instituciones Penitenciarias, actuó movido por su falta de salud mental y sin intencionalidad.
Ante esta primera agresión, y cuando el personal de la prisión trataba de conducirlo a otra sala, el preso se encaró con el médico y le dio un manotazo que le rompió las gafas y le provocó una herida en la nariz.
La APFP ha denunciado que esta agresión a dos trabajadores se ha producido por la mala gestión de Instituciones Penitenciarias, a la que han responsabilizado de seguir una política de "buenismo" y no derivar a presos como el agresor a otro tipo de centros.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias han aclarado que corresponde a un juez determinar si un condenado debe entrar a prisión o su falta de salud mental hace recomendables otras medidas como su ingreso en un psiquiátrico.
El sindicato ha lamentado además que los funcionarios de prisiones trabajen sin los medios adecuados y que, en la cárcel de Albolote, lo hagan además con una falta de personal que han calificado de grave.
La APFP ha recordado además que la cárcel granadina tiene 84 vacantes sin cubrir, una merma en la plantilla que incrementa la peligrosidad del centro.
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