El pasado miércoles, Joaquín Morales se reunió con Joaquín Bilbao, el hombre que tiene pensado para la presidencia del club. La reunión fue larga, extensa, ya que se habló de los problemas que tiene el actual Xerez y de la viabilidad económica en torno a la búsqueda de nuevos ingresos que hagan soportable la carga económica de la temporada. La reunión transcurrió por cauces de entendimiento entre dos personas que pretenden lo mejor para el club desde sus ópticas. Morales desde su perspectiva de máximo accionista que quiere darle un vuelco a la actual situación y Joaquín Bilbao, desde su sillón de xerecista de siempre y de hombre comprometido de siempre con su club.
No ha habido una respuesta definitiva por parte de Bilbao, aunque ambos han quedado en seguir dialogando, en seguir abordando la posible presidencia y en dar puntadas a la constitución de un nuevo consejo de administración. No hay, por lo que hemos podido conocer, una fecha predeterminada para seguir dialogando, aunque todo hace indicar que será en los primeros días de la próxima semana cuando ambos se vuelvan a encontrar para seguir avanzando hacia un punto final que se presume terminará con Bilbaio en el Xerez.
Joaquín Bilbao no quería hacer ayer ningún de tipo de declaraciones cuando fue requerido por este medio ya que “no hay absolutamente nada y poco puedo decir de una cosa que aún no existe”. Confirmaba la entrevista con Morales, no cerraba la puerta en absoluto y lo dejaba todo a expensas de esa nueva reunión en la que, ya posiblemente con números sobre la mesa, se le intente dar cauce a ese nuevo proyecto de consejo de administración que se quiere presentar el próximo día 22 de diciembre, en la junta general ordinaria.
No se descarta, por otra parte, una nueva ofensiva con las peñas, aunque la Agrupación se ha desmarcado ya oficialmente, ya que Morales entiende que es muy importante que el sentir de la afición y fundalmentalmente de las peñas lata en el próximo consejo. De todas maneras, en estos momentos parece prioritario el tema de Joaquín Bilbao y su posible entrada en el consejo como presidente. A partir de ahí se desarrollarían los acontecimientos, aunque antes Joaquín Bilbao debe dar el sí oficial en esa reunión.
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