La explicación está en los ERTE. La aplicación de este instrumento en una fase temprana de la pandemia por parte del Gobierno permitió que el mercado de trabajo no se desplomara con los distintos confinamientos.
Por eso, mientras la economía de Andalucía perdía más de un 10% del PIB (valores sólo reconocidos en caso de guerra), la tasa de paro sólo subía ligeramente, esquivando una catástrofe sin precedentes para una comunidad que
mantiene un diferencial de 7 puntos respecto a la media nacional, lo que le convierte en una de las zonas con más personas en búsqueda de trabajo de Europa.
La mala noticia es que este año, cuando la economía regional va a experimentar una subida de entre 5 y 6 puntos, el mercado de trabajo no sólo no se beneficiará sino que seguirá sufriendo.
Previsiones
Así al menos lo pronostica el Barómetro Económico presentado ayer por el Colegio Profesional de Economistas de Sevilla en la sede principal de la
Fundación Caja Rural del Sur en Sevilla.
Según las previsiones del informe dirigido por la profesora del Departamento de Economía de la Universidad Loyola,
María del Carmen Delgado, Andalucía cerrará 2020 con una tasa de paro del 23,7%.
Esto es, un punto exacto más de lo registrado al final del pasado año: 22,7%.
Habrá que esperar a finales de 2022 para volver a una tasa de desempleo menor: 22,4%.
"Tenemos claro que se va a seguir destruyendo empleo por la pandemia y por la transformación de la economía, aunque también se van a crear empleos de otros tipos. Habrá un reajuste del mercado laboral", explicó el Decano del Colegio de Economistas de Sevilla, Francisco Tato.