“…hasta que la muerte os separe”, dijo el cura, aunque luego, por fortuna, era reversible: una mentira piadosa. Las unidades están para romperlas, para hacerlas añicos o, ya puestos, descuajaringarlas. El pacto de conveniencia de las derechas en Granada se va al garete porque un despechado pepero, Sebastián Pérez, ya ‘mixto’, ‘no adscrito’ o ‘pregonado’, amenaza con propiciar la vuelta de las izquierdas, abriendo a la siniestra la puerta a Paco Cuenca. En Linares, Ángeles Isac, empeñados en trazar paralelismos, podría emular a Pérez si tuviera un poco más de dignidad. Pero no: la vida está muy mala. Inés Arrimadas y Juan Marín se reencuentran, en Sevilla, en la adversidad, en compaña y sin amor, pleno paripé, a propósito del porvenir de Luis Salvador. ¿A quién se le ocurriría separarse cuando el virus que asola a los naranjas parece más letal? Equipo de Gobierno municipal de Jaén. María Cantos, hoy más de Marín que nunca, es la más fiel aliada que Julio Millán pueda echarse a la cara. Al cien por cien. En la semana de una Capilla sin procesiones, en medio de las masivas vacunaciones, con las suyas a punto de llegar, no hay mejor telón de fondo que el de la inmunidad de rebaño. Digan ‘beeeeeee’. La firma, a tiro fijo, sin tiro en el pie, el 23, Noche de San Juan (¡Bravo!), del convenio del tranvía. Junta y Ayuntamiento, como el miércoles, en Sevilla, condenados a entenderse. A una semana del segundo aniversario de su investidura, Julio se congratula, ante todo, de haber puesto orden “en el desmadre en la gestión”. Y los conflictos laborales con Bomberos, Universidad Popular y Onda Jaén, ¿qué opinión le merecen a Millán? “Tomar medidas siempre en la defensa del interés general frente a intereses que pueden ser corporativistas”. ¡El interés general, pardiez! Los bomberos, en sus trece, acusan a ciertos medios de “estar manejados por la publicidad institucional”. El triste recurso de disparar al mensajero.
To be or not to be. En el PSOE andaluz la moneda de las primarias está en el aire. Todo tan hamletiano. Este domingo uno de los tres candidatos superará el 50 por ciento de los votos o una semana más tarde se celebrará la segunda vuelta, a cara o cruz, a cara de perro. ¡Guau! Me cuentan los que están siguiendo al detalle la campaña que Susana Díaz, llevando el ‘yoísmo’ al paroxismo, marca el tempo. Tono lastimero y antiaparatista, como hiciera Pedro Sánchez en 2017. La candidata de la camiseta, ‘Positive Energy’, entró en un hotel baezano la tarde del viernes y salió la mañana del domingo para completar una agenda de actos en la provincia que la llevó durante el finde a Torredonjimeno, Villacarrillo, Baeza, Canena, Rus y Quesada, flanqueada por la genavera Magda Sevilla y el alcalaíno Carlos Hinojosa. “Hay compañeros a los que sí les han permitido seguir pese a haber perdido elecciones. ¿Por qué a mí no, si yo gané?, ¿porque soy una mujer?”. A la Susana victimista, que habla de machismo, el día después la trae al pairo. “En Jaén, vamos a ver”, deja caer. Enfrente tiene a un tipo sereno que huye de la confrontación. Juan Espadas recuerda a Juan Ignacio Zoido para sostener que se puede “compatibilizar perfectamente" la alcaldía de Sevilla con la condición de presidenciable a la Junta. Espadas, haciendo caso omiso a los espejos rotos por su contrincante, defiende que los socialistas "no podemos presentarnos a unas próximas elecciones si no es con un proyecto mucho más unido". Habrá que ver cómo lo recompone en 17 meses como mucho. No obstante, si gana el domingo, los cambios serían automáticos en el grupo parlamentario, con el dúo Ángeles Férriz-María Márquez asumiendo el control. Incluso en ‘San Vicente’, en forma gestora. “Ferraz, Ferraz, bicefalia, de entrada, no”. Luis Ángel Hierro, no hay dos sin tres, bases en marcha, “Pasaremos Los Alpes”, se erige en saludable –y minoritaria- tercera vía.
Frenando la desescalada, con Juanma en cuarentena, el lunes que viene condecoraremos al rey como símbolo de unidad, de las de verdad. Unidad desde la diversidad, resucitando la altura de miras de don Manuel, que no Fraga sino Azaña, al que parafraseaba ayer, salvando las distancias, otro Manolo, Chaves, el ex presidente andaluz. “La decisión del indulto abre el camino a la política, traslada generosidad, pero también firmeza y seguridad en el marco y los límites que la Constitución establece”. Una de las decisiones más difíciles a la que se pueda enfrentar un gobierno democrático, pero con un ejecutivo catalán independentista, una mayoría parlamentaria independentista, “sin asumir riesgos de este tipo, seguiremos instalados en el bloqueo y el enfrentamiento”. O dicho de otro modo. ¡Qué cómodo les resulta a algunos dejar que se pudran los más graves problemas de convivencia! Malditos matrimonios de conveniencia.
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