El consejero de Agricultura y Pesca, Martín Soler, pidió ayer a las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA que, ante la bajada del precio del aceite, se unan "en defensa del interés general" y para ello las ha instado a "cambiar la mentalidad" de que "dos euros me dan de comer".
En declaraciones a Efe, el titular de Agricultura también exigió a las cadenas de distribución comercial que "no abusen" porque el aceite no es un "commoditie que lo produce cualquiera, es un producto de altísima calidad y no puede estar en los lineales como un elemento de atracción de otros productos vendiéndolo por debajo de coste", ya que eso es "ilegal y se va a perseguir".
Incidió en que para evitar las bajadas del precio del aceite, como ocurre actualmente, es necesario que el sector regule la oferta en origen, ya que la distribución cada vez es menor -son unas cinco cadenas en la UE- mientras que son cientos los productores que quieren vender aceite.
Se preguntó "por qué está todo el mundo corriendo para vender -aceite- y vendiendo a mal precio" si Andalucía fija el precio internacional del aceite y produce el 80%.
Como mecanismo, el consejero planteó usar los almacenes del patrimonio común olivarero, que permiten guardar unas 500.000 toneladas de aceite, y usar esas "reserva" para modular la ofertas y la demanda.
Las organizaciones agrarias reaccionaron de forma diferente a esta propuesta. Mientras Asaja y COAG mostraron su respaldo a la propuesta de reservar aceite para modular los precios, UPA apostó por promocionar el consumo de aceite en lugar de debatir en prensa si se vende o no.
Por su parte, las organizaciones de consumidores UCE y Facua rechazaron "absolutamente" la retención en los almacenes de partidas de aceite de oliva con el objetivo incrementar el precio en origen de dicho producto, algo que supone "una clara práctica de especulación".
