Escribo desde la zozobra de un español con una primera dosis de AstraZeneca en el cuerpo, que tardará 3 meses en recibir la segunda y veremos a ver si se inventan cualquier otro problema que en todo caso me tenga en vilo eternamente (lo cual además de retratar la vergüenza que son nuestras autoridades revela la desastrosa gestión que sigue haciéndose con la pandemia). Y en todo caso desde la zozobra de lo que está pasando en España, con Marruecos riéndose de nosotros y teniéndonos en un puño, o con un Gobierno que a cambio del poder a toda costa se burla a su vez de los jueces y es capaz de hablar de venganza o revancha nada menos que de unos magistrados del Supremo que solo defienden que hay que aplicar la ley. Me pregunto cómo defenderemos después ante un cliente condenado que aunque lo suyo sea mucho menos importante él sí tiene que cumplir la ley y su pena de cárcel y que para pedir hay al menos que arrepentirse.
También desde la zozobra de ver cómo se malogra la Ley de Impulso para la Sostenibilidad de Andalucía (LISTA), que era primordial para el desarrollo urbanístico de nuestra tierra, que fue aprobada por unanimidad por el Consejo Consultivo, que se ha elaborado con participación de los colectivos fundamentales (arquitectos, notarios, funcionarios, empresarios, sindicatos etc.) y que pone fin de una vez a la maraña de leyes que bloquean el progreso en ese sector tan importante para nuestra economía. Y que por mor de simples rencillas políticas se queda parada, como van a quedar muchos trabajadores para los que era fundamental el impulso de Planes urbanísticos cuya paralización impide su contratación. Entre otras cosas con ella se pasaría de unos diez años de media para aprobar un Plan General a dos años, se simplificarían e integrarían en un solo texto las materias de ordenación del territorio y urbanismo, se facilitaría que haya menos conflictividad judicial y esos numerosos planes anulados constantemente (casi 500 lo han sido) y se agilizarían todos los trámites. Todo ello en un proyecto que se tramitaba como urgente para ser un revulsivo para la recuperación económica.
Yo no sé cual es el trato entre los partidos o si algunos ningunean a otro, pero si es así en todo caso lo que no puede hacerse con esa excusa es perjudicar a Andalucía y España y menos en este momento, para acabar sometidos todos a presiones y políticas partidistas y no al bien de los ciudadanos que vivimos con ello en permanente zozobra.
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