Este autodidacta, que empezó en el mundo de la imaginería en 1990, ha conquistado prácticamente todas las provincias de Andalucía con su arte: “Antes de ese año había pintado mucho, desde pequeñito. Pero nunca había tenido la necesidad de tallar. Lo hice un día y me gustó la experiencia. Se me empezó a dar bien.”
A Romero Zafra no le da “ninguna pena” desprenderse de la imagen de Jesús Despojado, “no es que no la quiera tener aquí, es que pienso que Él debe estar donde le corresponde, en una Iglesia, al lado de todas las personas que quieran ir a contemplarlo cuando lo necesiten”.
El imaginero es muy consciente de la expectación que está suscitando la presentación de su obra, porque “me llegan muchos comentarios”. En cualquier caso, la vorágine que se está levantando alrededor del gran acontecimiento histórico para el mundo de las cofradías de Cádiz, no le aleja de sus pretensiones. En este sentido, Romero Zafra tiene claro que lo que busca es que “la gente vea lo que yo quiero que vean en la imagen. Mi objetivo es gustar en los sentimientos que soy capaz de transmitir, antes que en los rasgos físicos de la talla”.
El autor ha asegurado que la imagen de Nuestro Padre Jesús del Amor está “totalmente terminada y preparada para cuando vengan a recogerla”.
En cuanto a la talla que más le gusta de la Semana Santa de Cádiz, lo tiene claro, la Virgen de Servitas.
Mientras tanto, los cofrades en particular y los gaditanos en general, esperan ansiosos a que finalice la cuenta atrás para conocer la talla de este maestro contemporáneo.
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