En Andalucía hay contabilizadas 668 residencias de mayores, en las que trabajan 33.000 profesionales para atender a 43.000 ancianos
Las residencias de mayores andaluzas buscan soluciones ante la "alarmante" falta de trabajadores de enfermería, según ha denunciado la Federación de Organización Andaluza de Mayores (FOAM), mientras que la Junta de Andalucía admite que hay "muchísimas" plazas vacantes sin cubrir.
En Andalucía hay contabilizadas 668 residencias de mayores, en las que trabajan 33.000 profesionales para atender a 43.000 ancianos, y las necesidades laborales se centran en los Diplomados Universitarios de Enfermería, aunque ninguna de las fuentes consultadas por Efe se atreve a precisar los profesionales que se necesitan.
Dos son los condicionantes que impiden disponer de los profesionales requeridos: el miedo a lo ocurrido en las residencias en los meses más duros del coronavirus, que ha provocado la muerte de 2.050 ancianos, y las altas exigencias de las condiciones laborales y personales.
La mayoría de los profesionales que se necesitan son para residencias privadas, según ha precisado a Efe el presidente de la Federación de Organización Andaluza de Mayores, Martín Durán, que también reclama más flexibilidad en las medidas para visitas y salidas una vez que los residentes están vacunados contra el coronavirus.
Otro problema para cubrir las plazas necesarias es el salario, que es es más bajo en las residencias privadas que en las públicas, y otro impedimento más se centra en el desarrollo de la carrera profesional, que tiene más perspectivas en el sector público que en el privado.
"Cuando entras en una residencia privada, lo más probable es que te jubiles como enfermero o enfermera en el mismo puesto. En una residencia pública hay más opciones de desarrollo profesional", resume un dirigente de la Consejería de Salud.
Además, "no tiene nada que ver la estabilidad profesional que hay en sector público que la que hay en el privado de las residencias de mayores", abunda la misma fuente.
Para abordar cómo solventar esta carencia se plantea otro problema: la particularidad de un sector muy polarizado, con varias patronales con intereses muy diversos.
Así, existen las residencias de la FOAM, una de las asociaciones más activas pero con pocos centros; LARES, que aglutina a las residencias no lucrativas, la mayoría de órdenes no religiosas; y la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), formada por las grandes grupos empresariales.
"No se sientan en una misma mesa. Cada una tiene su interés", lamenta una fuente de la Junta de Andalucía para subrayar la dificultad de emprender una estrategia común para las residencias de ancianos en Andalucía.
Desde la Consejería de Salud se invoca a la imaginación para contratar a los profesionales que necesitan y recuerdan que en mayo concluyen sus estudios seiscientas personas de la Facultad de Enfermería.