Desde la Bahía

Curiosidades del mes de abril

Diego de Silva y Velázquez en 1635 da por terminada su obra La Rendición de Breda.

Publicado: 19/04/2021 ·
19:32
· Actualizado: 19/04/2021 · 19:33
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Autor

José Chamorro López

José Chamorro López es un médico especialista en Medicina Interna radicado en San Fernando

Desde la Bahía

El blog Desde la Bahía trata todo tipo de temas de actualidad desde una óptica humanista

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Abril es un mes que exige reflexión. Tiene guardado entre sus días, efemérides que precisan actividad de memoria, disposición para el recuerdo, razonamientos para calificar y enjuiciar, nobleza y verdad para relatar los hechos en este mes vividos. Todo ello en medio de suspensiones festivas, alma, vida y refugio económico de tantas almas, hoy día aisladas y deprimidas en la retaguardia de las trincheras de sus mascarillas, orando al dios de la investigación, - siempre olvidado y peor remunerado - para que su luz de sabiduría, les haga ver el camino de la vacuna eficaz o del fármaco erradicador que nos libre de este mal inductor de pánico, tristeza, incapacidad y muerte. No habrá recuerdos posteriores cuando esto se consiga, ni se orará a estos dioses de la inteligencia y el estudio. Y mucho menos se le aumentará su estipendio, que debe ser consensuado en reunión sindical.

Diego de Silva y Velázquez en 1635 da por terminada su obra La Rendición de Breda. Justino de Nassau entrega las llaves de la ciudad de Breda a Ambrosio de Spínola, general genovés. El Primer Imperio Universal Moderno, se rinde a la Monarquía, que lideraría los destinos del mundo entonces conocido. En 1898 esta Monarquía entregó las llaves al Primer Imperio Contemporáneo en la rendición de Cuba. Entre estos dos hechos ejemplares cuya enseñanza no debemos olvidar, en 1860 Antonio Gilabert Pérez da a conocer el cuadro de la Ejecución de los Comuneros de Castilla, Padilla, Bravo y Maldonado.

La escena -causa por la que ocupa este relato- tuvo lugar el 23 de abril de 1521 (Batalla de Villalar),.Se cumplen ahora quinientos años de la misma. Las comunidades de Castilla se enfrentan al Emperador que impone su autoridad a los súbditos y los comuneros que exigen el Gobierno del Rey de acuerdo con el pueblo y no con la rodilla sobre su dorso. No se cuestionó la Monarquía, sino la forma de ejercer el poder del monarca. La incapacidad con su saya de soberbia hizo imposible un acuerdo y el descontento, acabo siendo una rebelión.

A nuestra Real Academia de San Romualdo no se le pasará el recordar en sendas conferencias la magnitud de este periodo histórico. Vicente Clavel Andrés, valenciano (1888/1967) escritor, traductor, periodista y editor fue el inventor del Día del Libro Nacional con la idea de promocionar la cultura y la lectura. Lo hizo en 1925 y el Rey Alfonso XIII firmó el decreto el 6 de febrero de 1926, creando oficialmente la Fiesta del Libro Español. (Gaceta de Madrid de 09/02/1926). Murió Cervantes el 22 de abril, aunque sus exequias tuvieron lugar el día 23 y Shakespeare el 23 de abril del calendario Juliano, que corresponde al día 3 de mayo del Gregoriano, pero en esta fecha del 23 de abril y en 1616 se fijaron estos fallecimientos junto con el del Inca Garcilaso de la Vega. Fue en la Conferencia General de la Unesco, celebrada en París en el año 1995, donde se eligió este día 23 de abril como fecha de celebración del Día del Libro, que ya España conmemoraba previamente.

Desde Herodoto de Halicarnaso hasta nuestros días, el libro es la expresión rectangular en pergamino o papel, de la vida y la creatividad. Es una divinidad que se mantiene con el flujo inteligente de los escritores y se apoya en el macizo pedestal de los lectores, cuya argamasa debe contener la suficiente reflexión y conocimiento, para que la obra contada no sea solo ingerida por la ignorancia, sino metabolizada por el razonamiento. Por esto, la enseñanza y el aprendizaje, deben preceder a la lectura si queremos que esta sea libre e imparcial y por ello, hay que acudir a ese oráculo donde está el libro, ante de querer revestirnos con la indumentaria de “escritor”, que se adquiere incluso en cualquier mercadillo, pero que solo brilla sobre la silueta inteligente y creativa, de una selecta minoría,.

Sería preciso un filtro cuya membrana separara escritores de escribidores. No he querido darle actualidad, aunque es preciso su conocimiento a dos efemérides que en su tiempo se celebraron en nuestro país. El 14 de abril fecha de la segunda República, porque sus consecuencias, legitimidad y legalidad no alcanzaron con ella, precisamente, cotas excelsas. Y el 1 de abril a los que nacimos en la década de los cincuenta o sesenta nos recuerda una fecha considerada como de Victoria, cuando en una confrontación entre hermanos lo único verdadero que existe es desgracia y tristeza, como lo hubiera confirmado cualquier entrevista que hubiéramos hecho a las madres de aquel tiempo, que nunca debió de existir y mucho menos tener capacidad de regresar.

 

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