Los constantes apagones, el mal servicio de atención al cliente o las permanentes y mal explicadas subidas del precio de la luz en lo más crudo del pasado invierno son hechos que no han pasado desapercibos por los consumidores españoles que han elegido a Endesa como La Peor Empresa del Año.
La compañía energética, propiedad del grupo italiano Enel, ha recibido el 36% de los votos en la última edición de los premios que convoca Facua-Consumidores en Acción cada año.
Junto a las nominadas a este dudoso honor, estaban también el BBVA, Vueling y la ganadora del año pasado, Vodafone, que en esta ocasión ha sido la segunda más votada, con el 33%.
Además, es el segundo año que Endesa recibe este galardón y el quinto en el que estaba nominada, lo que demuestra que es una compañía que evoluciona poco en su relación con sus clientes a pesar de las constantes críticas desde las diferentes asociaciones de consumidores.
Histórico
La elección de la peor empresa por parte de los consumidores es un evento que Facua lanza desde 2010 con el objetivo de "censurar los graves abusos que se producen en el mercado y promover prácticas más responsables en las relaciones entre las empresas, los usuarios y las organizaciones que representan sus intereses".
Hasta la fecha, la empresa que ha recibido en más ocasiones el premio ha sido Movistar, que fue elegida en las tres primeras y en la séptima y octava edición.
Las votaciones, en las que han participado más de 5.000 consumidores, se celebraron entre el 15 y el 22 del presente marzo a través de la web FACUA.org/peorempresa.
Las nominadas en esta edición han sido las empresas con más reclamaciones en Facua por parte de los consumidores en sectores tan relevantes como las telecomunicaciones, la energía, la banca y el transporte.
Motivos
En el caso de Endesa, las causas de las denuncias fueron especialmente "la aplicación de multas por acusaciones falsas de haber manipulado sus instalaciones, altas fraudulentas en tarifas ofertadas con el reclamo de que reducirían el recibo cuando en realidad lo encarecen, errores en la facturación, no cancelar los servicios asociados cuando el usuario pide la baja del suministro, cortes injustificados del servicio y cobros basados reiteradamente en estimaciones y no en lecturas reales de los contadores".
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