El rezo del ángelus a cargo del arcipreste de San Fernando, Gonzalo Núñez del Castillo, y los sones de la marcha Santa Vera-Cruz, de José Manuel Belizón Pérez, han marcado el preámbulo del pregón de la Semana Santa. Una marcha por deseo del pregonero, que como recordaba la vivió bajo los palos del paso de la Vera-Cruz, pues Juan José Castiñeiras es cofrade de túnica y de faja y almohá.
La Banda de Música Maestro Agripino Lozano, bajo la dirección de Enrique Busto va marcando el tiempo para que comience la presentación del pregonero de la Semana Santa.
José Martín Pérez ha destacado la personalidad del pregonero, su trabajo juntos en la vida laboral y bajo los pasos “A este hombre de la Virgen la flor más bella del carmelo lo puso en mi camino. En los albores de la década de los 90 comenzaba la relación que hasta hoy perdura”, manifestó José Martín Pérez.
Martín ha recordado la vinculación familiar del pregonero con la hermandad de los Afligidos, que esta mañana ha recibido de la hermandad la medalla que le regala a los pregoneros. El presentador ha destacado los numerosos pasos que han cargado juntos y los momentos vividos bajo el paso de los Aflgidos, en lo denominado "la cuadrilla del arte".
"Por delante tienes la tarea más dulce y angustiosa a la que puede enfrentarse un cofrade", manifestó el presentador, previo a escuchar la marcha Amarguras, de Font de Anta por la banda Maestro Agripino Lozano.
Tras la marcha Amarguras, de Font de Anta, Juan José Castiñeiras tomó la palabra, con palabrás del Génesis. "En el principio, cuando el tiempo no era tiempo todavía, solo existía Dios y un silencio infinito…
Pero quiso Dios quebrar el silencio con su Palabra,… y crear los cielos y la tierra". "El relato bíblico del Génesis cuenta que Dios, al séptimo día, descansó. Permítanme la licencia. Yo creo que no fue así…", el pregonero destacó que en ese séptimo día "Ahí finalizó Dios la obra que serviría de soporte para hacer germinar todo lo que tenía que suceder. Aparecieron hombres aguerridos que tornaron su color, del blanco más nacarado al moreno del que trabaja de sol a sol. Oficios varios: hortelanos, mariscadores, pescadores y salineros. Villa pobre y pequeña, esta Isla de León, rodeada de agua salada por todas partes; poco a poco iría creciendo".
Tuvo en cuenta a los titulares de las hermandades de Gloria y como no bellas palabras a la Virgen del Carmen, Patrona de La Isla. "Y en El Carmen…ains , Señor, en el Carmen… dejaste lo más bonito que ven mis ojos, lo más hermoso de los paisajes; la que siempre me acompaña, a la que le pido, a la que le cuento, a la que le suplico, a la que cada día antes o después del colegio visito. Me dejaste a la mujer morena más impresionante, a la Madre de los isleños, a la Coronada por un pueblo —que aun sin dinero― pagó “a dita” su corona, para dejar al orfebre perplejo".
Ofreció palabras valientes para los políticos y para los sacerdotes. Para los primeros, el pregonero dijo que "Políticos de San Fernando, no me interesan vuestras siglas, me interesa que sigáis siendo cañaíllas y que luchéis por lo que nos une, que es la tierra que os vio nacer". Respecto a los sacerdotes y la Iglesia. "Os pido que hagamos una verdadera reflexión sobre por qué están vacías nuestras iglesias. Por qué los jóvenes abandonan tan rápido el redil de la religión. Os pido que seáis acompañantes y sintáis empatía por los problemas de los demás. Hagan de la misa su catequesis más importante y de sus vidas un ejemplo para todos. Salgan a la calle, busquen, sientan, lloren, trabajen. Den lugar a todos en su Iglesia, que es la nuestra". Y recomendó "No la conviertan en una empresa. No vivan en una burbuja diferente al pueblo llano. Huyan de aspavientos y de sociedades anquilosadas; de realidades familiares que hoy se han modificado".
Día por día de la Semana Santa fue hablando de cada una de las cofradías, de lo que ofrecen los titulares de las hermandades isleñas, prestando especial atención a su cofradía de los Afligidos, por tradición familiar. "Encuentro por la calle de la Amargura con una belleza sin igual, sin parangón, de una cofradía, la mía, que es la estampa del saber hacer, del regusto por lo bien hecho, de… Soy cargador de los Afligidos y a orgullo llevo serlo. Soy los pies de mi Cristo, del nazareno alentador que dice: “…llorad por vuestros hijos”. Soy cargador de andares elegantes, de zancadas poderosas para pasear a la Amargura, Cleofas, Salome y la Magadalena, a San Juan y al Señor. Soy cargador de tus benditas andas, hermano de los estudiantes, de claveles rojo sangre, de colas recogidas, de clasismo en la calle. Soy hermano de los Afligidos, de la Sacramental, del barrio señero que un pequeño me abrazo a la fe. Llevo con orgullo tu venera y tu pasión, la blancura de mi madre de la Amargura y el color moreno del Señor. Soy hermano de los Afligidos, y ante ti presenté a lo que más quiero: a mis hijos que orgullosos visten de rojo, blanco y esparto. Soy hermano de los Afligidos, de los estudiantes ¿Qué más se puede pedir el Lunes Santo?", manifestó ante los aplausos del público.
Especial atención tuvo también el pregonero con la Hermandad del Huerto, por su 75 aniversario. Aludió al 75 aniversario y al recordado cofrade de la hermandad, Ignacio Bustamante Morejón. "…y es que más allá de la tierra y del mar azul dicen que hay un hortelano nuevo. “Un Jartible” dicen sus compañeros con cariño y admiración. Que se llena la boca de hablar y hablar de túnicos, pasos, de cultos y altares, que habla de la coronada, de Su Gracia y Esperanza procesionando en su joyero. Que vino antes de tiempo-dejando aquí en la tierra una carpeta con cantidad de ideas. Que dejo huérfana de cariño a una familia a la que por encima de todo amaba…y que desde el cielo cuida y añora…se le llenan los ojos de lagrimas pero al poco…al poco sigue trabajando con esmero. Dicen que está loco con su zoleta preparando nuevos surcos para plantar olivos. Que está loco porque son setenta y cinco los que cumple su hermandad y lo está disfrutando desde el cielo y dice que necesitara más espacio… Dicen que habla y habla de su Huerto. Solo calla cuando le preguntan: -¿Ignacio?", declaró.
Hermandad por hermandad el pregonero fue describiendo vivencias, resaltando las vividas con la Caridad y con la Vera-Cruz en su traslado a la cruz del besapié. Y de esta forma, se dirigió a su presentador y pregonero de la Semana Santa de 2014, cuando manifestó “Ayer cargué la Veracruz”. Ayer entendí tu mensaje que aquel año me gritabas sabiendo yo que tú nunca estuviste bajo sus andas. Pero ahora te comprendo; ayer sentí en mi alma la grandeza de su leño, la cara divina tan cerca y el emotivo y recogido silencio”.
También se refirió al 250 aniversario del Nazareno, sentenciando que “El que no honra al nazareno en esta tierra…no puede llamarse Isleño”. Fue un pregón donde Juan José Castiñeiras habló de las hermandades y sus misterios, dando protagonismo a la Pasión de Cristo. Por último, anunció que “quedan siete días, para que esto llegue. Solo siete, amigos, para abrir la puerta de la Gloria”, en clara alusión a la apertura de puertas de la capilla de la Virgen de la Estrella, que marca la salida de la primera cruz de guía y el comienzo de la Semana Santa de San Fernando.
El Real Teatro de Las Cortes se llenó de público.
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