El número de mujeres víctimas de violencia de género y el número de denuncias presentadas durante 2020 en la Comunidad Autónoma de Andalucía en dicho ámbito disminuyeron un 10,4 por ciento y un 9,3 por ciento, respectivamente, con respecto a 2019, según informa el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.
También fue menor el número de órdenes de protección (un 5,9 % menos) y el de mujeres que se acogieron a la dispensa del deber de declarar, que descendió un 19,4 %.
Este importante descenso en los principales indicadores de la violencia de género, según el Observatorio, es "consecuencia directa" de la crisis sanitaria y, especialmente, de los meses de confinamiento, durante los que se apreciaron las mayores variaciones pese a que los juzgados especializados en violencia sobre la mujer siguieron funcionando al considerarse esencial su actividad.
El estudio anual del Observatorio pone de manifiesto también cómo, pese a la disminución de las cifras absolutas, los indicadores de la violencia machista se han mantenido en niveles muy similares a los de 2019. Así, más de 7 de cada diez denuncias las presentaron las víctimas (el 74 % en 2019) y los órganos judiciales acordaron 79,8 % de las órdenes de protección solicitadas (el 77,6 % en 2019).
Durante el año 2020, los juzgados andaluces recibieron un total de 31.401 denuncias por violencia de género, un 9,3 % menos que en el año anterior, en el que se presentaron 34.629 denuncias. Las mujeres víctimas de violencia machista fueron 29.734, lo que supone un descenso del 10,4 % respecto al año anterior.
En cuanto a la tasa de mujeres víctimas de violencia de género por cada 10.000 mujeres, fue de 67,9 en Andalucía, por encima de la media estatal de 60,2.
La presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona, explica que "los datos estadísticos correspondientes al año 2020 permiten visualizar el importante impacto que la crisis sanitaria ha tenido para las víctimas de la violencia de género no solo durante los meses del confinamiento más duro, sino también en los meses siguientes, en los que ha seguido habiendo medidas anti-COVID que han restringido el movimiento de las personas".
"Los principales indicadores -número de denuncias presentadas y número de víctimas- disminuyeron el año pasado cerca de un diez por ciento. No es un dato que pueda llevarnos al optimismo, pues no equivale a un descenso real en el número de casos de violencia machista, sino que pone de manifiesto las dificultades añadidas que las víctimas han tenido para denunciar a sus agresores. Por encontrarse en casa bajo el control constante de sus agresores, por dudas sobre si podían o no salir, por el miedo a que les pasara algo a sus hijos e hijas, más de 17.000 mujeres dejaron de denunciar el pasado año", indica Carmona.
Por eso, avisa de que "ahora más que nunca es importantísima la ayuda que la víctima pueda recibir de las personas de su entorno, ya sean familiares, vecinos, amigos o compañeros de trabajo. Los datos e 2020 siguen siendo muy significativos al respecto, pues del total de denuncias presentadas, solo el 2,04 % las presentaron personas cercanas a la víctima".