Pocos pasos hacia adelante se dieron ayer en la fusión entre CajaSur y Unicaja un día después del aviso del Banco de España, ya que mientras el presidente de la entidad cordobesa se lamentaba de que la Junta no quiere intervenir en el conflicto laboral, la malagueña insistía en que no se fusionará si no hay “garantía plena” de viabilidad.
El presidente de CajaSur, Santiago Gómez Sierra, se mostró ayer "pesimista" sobre las actuales negociaciones del proceso de fusión con Unicaja debido a la "negativa" de la Junta de Andalucía de ejercer como mediadora con la entidad malagueña para solventar el conflicto laboral.
La entidad cordobesa informó en un comunicado de que el presidente de CajaSur mantuvo ayer en Sevilla una reunión con la consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, en la que le trasladó la reciente resolución del comité intercentros de la entidad sobre el plan de ajuste laboral, una regulación que creen debe tener un "carácter objetivo y universal".
Sierra le reiteró la petición de mediación de la Junta de Andalucía ante Unicaja para "lograr avanzar, entre otros aspectos, en el acuerdo laboral que desemboque antes de final de año en la fusión entre ambas entidades".
Sin embargo, el presidente de CajaSur se mostró "pesimista", ya que la administración autonómica "se suma a la aceptación, en línea con los postulados esgrimidos desde Unicaja, de que primero se admita el plan de negocio conjunto, como una propuesta de máximos, y luego se negocie con posterioridad el acuerdo laboral preceptivo".
Por su parte, fuentes de la entidad señalaron a Efe que los planteamientos de CajaSur para esa negociación pasan por, tal y como asume el comité intercentros, introducir en ese plan variables como bajas incentivadas o prejubilaciones que se lleven a cabo durante un periodo de transición para minimizar los efectos traumáticos.
En concreto, la resolución acordada por el comité intercentros de CajaSur y que fue presentada a la Junta señala el proceso de regulación del empleo debe afectar a toda la plantilla de la entidad resultante por igual, "sin discriminaciones ni condicionantes subjetivos".
Añade que "no es admisible que el excedente de personal se sustancie en un 80 por ciento sobre la plantilla actual de CajaSur".
Además, también considera que los instrumentos que han de usarse para esta reestructuración deben ser de "carácter objetivo", es decir, principalmente vinculados a la edad, como las prejubilaciones, o bajas incentivadas de carácter universal y voluntario, con un "reparto proporcional al peso de cada plantilla original sobre la resultante".
Sobre el solapamiento de oficinas, la resolución del comité intercentros indica que los cierres que sean necesarios "se regirán por criterios previamente determinados que formarán parte de la negociación del Acuerdo Laboral de Fusión".
Asimismo, los sindicatos del comité intercentros también argumentaron que las medidas de reestructuración de plantilla que hayan de llevarse a cabo deben implantarse progresivamente en el tiempo, de forma que se reduzca "al mínimo" el impacto laboral en el momento de la fusión.
Por su parte, CCOO-A ha exigido que todo el excedente de personal de CajaSur que se pueda derivar de su fusión con Unicaja se trate en la mesa laboral, desmarcánose así de la resolución del Comité Intercentros de CajaSur.
En este sentido, CCOO argumentó que todo lo relativo al empleo se debe abordar en el marco del Acuerdo Laboral para la Fusión y bajo la premisa de la voluntariedad.
Unicaja lo tiene claro, sin viabilidad no se fusionará
Mientras, la Comisión Ejecutiva de Unicaja acordaba ayer por unanimidad que el plan de fusión entre esta entidad y Cajasur sólo se acometa bajo la premisa de "una garantía plena para la viabilidad de la nueva entidad", ya que "una empresa viable es la que puede sostener empleo".
También daba su respaldo al plan de negocio elaborado para ambas cajas por Boston Consulting Group como "única vía consistente de permitir el éxito del proyecto de fusión, mediante la definición y la identificación equilibrada y proporcionada de las sinergias a alcanzar", según informó en un comunicado.
Asimismo, Unicaja considera que el plan de negocio debe ser el elemento básico de referencia para el desarrollo del proyecto, tanto en las fases anteriores como posteriores de la fusión, incluidas las correspondientes a la negociación laboral.
Respecto a la Junta de Andalucía, Unicaja señala que "valora y respeta" la posición de la misma, ya que es proclive a facilitar y ayudar una fusión "importante para el sistema financiero andaluz", siempre desde "la lógica económica, sin amparar formulaciones que no tengan el más mínimo respaldo financiero y sin caer en un artificial intervencionismo público en un ámbito de autonomía empresarial".
También señala que "confía en poder llegar a una solución satisfactoria, siempre desde la sensatez, el sentido común y el rigor, que debe presidir el análisis de cualquier proyecto empresarial".