Los tres proyectos de vacunas contra la covid-19 del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los más avanzados en España, podrían estar listos este año. Los virólogos Luis Enjuanes, Vicente Larraga y Juan García Arriaza cuentan a Efe en qué punto están sus investigaciones y los próximos pasos.
ENJUANES. EN BUSCA DE LA INMUNIDAD ESTERILIZANTE.
El director del Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, Luis Enjuanes, considera realista tener lista antes de fin de año su vacuna, con una tecnología única de gran complejidad y que se está haciendo en dos formulaciones.
Como las de Pfizer y Moderna, utiliza ARN mensajero, pero va más allá, al basarse en un replicón ARN -creado por su equipo-, que se autoamplifica pero no se puede propagar, "lo cual lo hace muy seguro", dice el científico, quien no conoce ninguna otra en el mundo que se esté haciendo de esta manera.
Esta candidata a vacuna se está trabajando con dos formas de producción y administración. La primera, "químicamente definida", la cual da lugar a la producción de la protenía S del virus (la que usa para entrar en las células humanas) y "máximo inductor de anticuerpos neutralizantes".
Para introducir este ARN en el organismo hay que protegerlo con unas nanopartículas de lípidos, para lo que están en conversaciones con "compañías nacionales e internacionales importantes en estos temas", para combinar ambas tecnologías, lo que "a corto plazo" podría dar lugar a una formulación que se pueda evaluar en macacos y luego en ensayos clínicos con personas.
La segunda formulación está en la última fase, "resolviendo un pequeño problema técnico". En ella, el ARN se envuelve en partículas análogas a virus (VLP), que "se parecen a un virus pero al que le faltan varios genes y proteínas".
En este caso, tienen un concierto con una multinacional europea, que tendría la exclusiva en la producción de la vacuna y que, "con alta probabilidad, pondría una fábrica en España para hacerla y ya se quedaría aquí".
Las conversaciones con las empresas especializadas en el sistema de administración de la vacuna como un replicón ARN, están "muy avanzadas y los ensayos comenzarán en breve mediante evaluaciones en ratoncitos humanizados", detalla Enjuanes.
Las actuales vacunas protegen de los síntomas graves, pero no del contagio, lo que sería la inmunidad esterilizante, y, aunque el virólogo no asegura si esta lo logrará, recuerda que una vacuna anterior que realizaron para el coronavirus MERS lograba este tipo de protección de manera total.
Su administración era nasal, que se sabe que es la más efectiva para lograr inmunidad esterilizante -explica Enjuanes-, pero las agencias reguladoras de medicamentos ponen más condiciones para autorizar las de este tipo, por lo que también evaluarán la administración intra-muscular.
LARRAGA. RESISTENTE A TEMPERATURA AMBIENTE.
El director del laboratorio de Parasitología Molecular del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC), Vicente Larraga, considera que están a tiempo para tener lista este año su vacuna, que también está en fase preclínica.
En lo que define como "mejor escenario" espera poder empezar en marzo las fases clínicas I y II de ensayos en humanos, y la III para junio, que "podría estar terminada hacia octubre o noviembre".
Esta vacuna utiliza un plásmido sintético y está basada en una anterior que desarrollaron para la leishmaniosis (en fase de aprobación final).
Ya han realizado pruebas con ratones humanizados para ver si protege frente a la infección, con un resultado "muy prometedor". En la misma fase de experimentación, una de las vacunas que ya se está usando, "ellos tuvieron porcentajes bastante más bajos de protección".
Ahora trabajan, entre otros aspectos, en la dosis, que "tiene que ser la más baja posible con la mejor respuesta", y las vías de administración, pruebas que habrá que repetir cuando se administre a personas en los ensayos clínicos, y apunta que probarán fundamentalmente con intradérmica e intramuscular.
Larraga dice que lo importante, por encima de la rapidez, es "hacer una vacuna de la mejor calidad posible con la mejor resistencia a las inclemencias meteorológicas del calor, que proteja lo más posible y, sobre todo, que sea cien por cien segura, eso ya lo tenemos prácticamente hecho y lo es. Digamos que tenemos unos objetivos un poco diferentes de las grandes empresas".
La producción está acordada con la empresa Biofabri, y destaca que contar con una vacuna creada y fabricada en España "nos da una enorme ventaja estratégica como país", porque hay sectores estratégicos que "no se pueden dejar en manos de personas de otra nacionalidad porque tienen sus propios intereses".
A diferencia de otras que necesitan temperaturas muy bajas, esta se conserva a temperatura ambiente y puede ser estable hasta 37 grados, lo que abre posibilidades de hacerla llegar a África, Sudamérica o el sudeste asiático, lo que será "una ventaja objetiva".
Larraga indica que para esta investigación ha contado con todo el apoyo del CSIC, pero recuerda que los científicos en España luchan contra "una burocracia horrenda", pero aunque "siempre hay dificultades, se sobrevive".
GARCÍA ARRIAZA. 100 % PROTECCIÓN EN MODELOS DE RATÓN.
El virólogo Juan García Arriaza trabaja codo con codo con Mariano Esteban, que es director del grupo Poxvirus y Vacunas del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Su grupo empezó hace un año a investigar un candidato a vacuna contra el entonces casi desconocido SARS-Cov-2, y lo generaron el pasado abril, para uso en laboratorio.
Aunque no le gusta dar plazos, considera "factible" que antes de fin de año pueda estar disponible esta vacuna, basada en un virus de la familia de la viruela, llamado MVA, "muy atenuado y seguro para humanos", que ya han usado para otros candidatos vacunales contra ébola, zika o chikunguya.
En pruebas con ratones "activa de forma muy potente y amplia el sistema inmunitario", produciendo anticuerpos "de alta calidad", y con una sola dosis "es capaz de proteger al cien por cien" de los roedores infectados.
Aunque aún están analizando resultados, "podrían estar en la línea de que la inmunidad que induce sea esterilizante" y ahora realizan ensayos en hámster y, a finales de mes, empezarán en macacos.
Espera que para primavera puedan empezar los ensayos clínicos en fase I y II con la vacuna que, por su tipo, se suele administrar por vía intramuscular, normalmente en dos dosis, aunque también están probando la intranasal, que "es prometedora".
Además, no necesitaría cadena de frío para el transporte, pues es posible liofilizarla, "dejarla en polvo", y que sea estable a temperatura ambiente.
La firma gallega Biofrabri está produciendo los lotes clínicos, para lo que "han tenido que empezar de cero", porque no había ninguna española que hiciera vacunas de este estilo, lo que ha retrasado la investigación.
"Teníamos el candidato vacunal generado a la vez que Pfizer o Moderna", dice García Arriaza, pero la falta de una fábrica española ya preparada para producirlo o que aquí no haya donde hacer experimentos con monos, crea retrasos y "quita a España la capacidad de competir".
En España "tenemos talento de sobra" -asegura-, pero el "gran problema es la falta de inversión en ciencia", que implica la falta de una red entre laboratorios y empresas que se conecten de "una forma sólida, fiable", así como la inestabilidad laboral de buena parte del personal científico.
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