Andalucía

Juanma Moreno se consolida en Andalucía pese al desgaste de la pandemia

La división interna en el PSOE-A y la guerra política entre Podemos e IU contra Teresa Rodríguez, dibujan para Moreno un paisaje político muy favorable

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  • Moreno y Marín. -

Dos años después de haber accedido a la presidencia del Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos, el popular Juanma Moreno se ha afianzado en el poder tras sus pactos con Vox y pese al desgaste de la pandemia, mientras la izquierda está ahora incluso más dividida.

Tras 37 años ininterrumpidos de hegemonía del PSOE-A en la Junta de Andalucía, el líder del PP andaluz celebra este sábado el segundo cumpleaños de su investidura como presidente de la Junta, el sueño y la aspiración de su antecesor en el partido Javier Arenas que, aún ganando una elecciones en el 2012, no pudo gobernar por el pacto entre los socialistas e IU.

Desde el 16 de enero de 2019 la alianza PP-Cs en el Ejecutivo, con el apoyo parlamentario de Vox, ha aportado a Moreno una mayoría parlamentaria y estabilidad política solo cuestionada por el desgaste de la gestión sanitaria y económica del coronavirus, aunque muy discutida y criticada desde la izquierda.

Sin embargo, la división interna en el PSOE-A por el liderazgo de la expresidenta Susana Díaz y la guerra política y judicial de Podemos e IU contra la anticapitalista Teresa Rodríguez, en disputa por la marca Adelante Andalucía, dibujan para el presidente Moreno un paisaje político muy favorable para que repita como mandatario andaluz en los comicios autonómicos de 2022.

Dos años después de la investidura de Moreno, la mayoría de las encuestas vaticinan la erosión del bloque de la izquierda frente a un eventual triunfo de las derechas.

El PP-A de Moreno y Vox crecen en intención de voto, mientras Ciudadanos, que no rentabiliza su presencia en el Gobierno andaluz, sufriría un acusado retroceso, aunque la alianza de los tres partidos sumaría una mayoría suficiente para formar gobierno.

La crisis en Ciudadanos, partido  que lidera con serias disensiones en Andalucía el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, podría convertirse en el talón de Aquiles del bloque de centro-derecha si la formación naranja sufre una fuga de dirigentes al PP como ha ocurrido en Cataluña.

Junto a las duras consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia, los dos años de mandato del dirigente popular han estado marcados por los pactos de investidura y presupuestarios de su gobierno con Vox, acuerdos que han garantizado a Moreno la estabilidad, pero también le han granjeado severas acusaciones de "blanquear" a la ultraderecha.

Al igual que hicieron los ejecutivos socialistas de Chaves, Griñán y Díaz cuando gobernaban Aznar o Rajoy en Madrid, el gabinete de Moreno se ha apuntado a la confrontación casi permanente y al agravio a Andalucía del Gobierno de Sánchez, al que acusan de beneficiar a los independentistas catalanes y vascos en la mayoría de sus decisiones.

Los presupuestos estatales, las entregas a cuenta, la financiación autonómica, los fondos europeos, el choque de competencias por la gestión de la pandemia y ahora el envió de la vacunas contra el covid-19 anotan los constantes encontronazos entre ambos gobiernos.

Con disputas o sin ellas, los retos inmediatos de Andalucía siguen siendo resolver el problema estructural del paro, su calidad y precariedad, y el control de la pandemia.

Andalucía ha cerrado 2020 con una cifra cercana al millón de parados, con 969.437 desempleados, 145.500 más que en 2019, interrumpiendo seis años de creación de empleo.

Estos datos no incluyen a los 102.623 trabajadores que se encuentran en un ERTE por la actual crisis del coronavirus.

"Lo digo ahora, lo diré en todo momento, lo repetiré al final y no me cansaré de recordarlo: el objetivo prioritario de mi gobierno y de mi programa es el empleo", aseguró Moreno en su discurso de investidura, en el que la palabra "cambio" fue la más repetida.

Ahora su gobierno admite que la pandemia ha puesto todas las previsiones "patas arriba" y que la comunidad sufre las consecuencias de la tercera ola y de los "excesos" de la Navidad , por lo que sopesa duras restricciones, acelera el ritmo de la vacunación y ha pedido 2 millones más de dosis.

El presidente ha pedido al Gobierno de Sánchez, aunque sin éxito, que baraje la opción del confinamiento total de la población. 

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