El sector agrícola se moviliza ante la crisis del campo

Publicado: 21/11/2009
Unos quinientos agricultores de la comarca se desplazan a Madrid para participar en una gran concentración convocada por los principales sindicatos agrarios
Llamamiento a la participación masiva. Este es el mensaje que, de cara a la gran manifestación convocada para hoy en Madrid, han lanzado las dos principales asociaciones agrarias radicadas en nuestro municipio, UPA y Asaja. La movilización, de hecho, se iniciaba ayer, con la concentración iniciada a las diez en el ferial, y la posterior marcha -de la que se desvinculó UPA- de más de un centenar de tractores y varios centenares de manifestantes, según los datos de la propia organización, por las calles de Alcalá la Real.
Una decena de autocares, con unas quinientas personas a bordo, salían a las 5 de la madrugada desde la Estación de Autobuses en lo que pretende ser la mayor movilización del sector agrario de los ultimos años, ya que la convocatoria es de ámbito nacional y auna a los más variados sectores, tanto agrícolas como ganaderos, afectados en mayor o menor medida por una crisis que no hace sino agudizarse. En el sector que más directamente nos afecta, como es el del olivar, esto queda reflejado en el hundimiento de los precios, que en el último mes han pasado de los aproximadamente 2,50 euros/kilo de aceite (lampante) a los aproximadamente 1,86 en estos momentos. Estos precios significan, en la práctica, la ruina de los agricultores, ya que, tras deducir los gastos de molturación, amortizaciones, etc. el beneficio para el productor prácticamente ya no existe. En este sentido, el secretario local de UPA-Alcalá, Cristóbal Cano, calificaba la situación actual de “verdadera jungla, en la que nadie hace nada, esta situación no es fruto de la ley de la oferta y la demanda, sino de la especulación de unos pocos”.

Pero no sólo el olivar esta padeciendo. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el cereal. José Sánchez Aguilera, presidente de Asaja-Alcalá, ha llamado la atención sobre el hecho de que el precio de la cebada se encuentre hoy a niveles iguales a los de hace treinta años, algo que afecta gravemente a una zona de producción muy importante como es la comarca de la Sierra Sur, mientras se importa trigo del exterior. Muchos agricultores, según el presidente de Asaja, están trabajando sobre pérdidas y, en muchos casos, se continúa sembrando más por fe y esperanza, que por otra cosa.

Otro ejemplo del dramático presente del campo es el de la cereza. Cristóbal Cano lamentó que, a pesar de producirse en nuestra comarca una de las mejores cerezas de España, plenamente competitiva con la del Valle del Jerte, el cultivo de cerezo prácticamente se esté abandonando, dado que, hoy por hoy, el coste de la mano de obra en su recogida no la hace rentable. “Es un producto que crea riqueza y empleo, y sin embargo no se protege”. La misma suerte corre el sector de la ganadería. Muchas son las sombrías cifras que así lo corroboran. De quince explotaciones agrarias de vacuno en la comarca se ha pasado a dos en la actualidad, según los datos aportados desde Asaja.

Ambas asociaciones coincidieron en criticar la falta de implicación, tanto a nivel nacional como local. En este sentido, llamaron la atención de la situación que, a día de hoy, siguen teniendo los caminos rurales de nuestro término municipal, cuando el proyecto de intervención y mejora de los mismos data de hace más de un lustro. En este sentido se indicó que hay municipios en los que buena parte del entramado de caminos rurales está ya asfaltado o al menos, recuperado y tratado, mientras que en el nuestro “se ha hecho muy poco”, y “menos mal que no ha llovido, porque si no estarían intransitables”, concluía la pasada semana Cristóbal Cano, en la rueda de prensa ofrecida a los medios con motivo de la movilización de hoy.

La problemática del campo en los últimos tiempos puede resumirse en una sola frase: falta de rentabilidad de las explotaciones. En la actualidad, puede decirse que todos los sectores están en crisis, desde el lácteo hasta el cerealista, pasando por el vino, frutas y hortalizas, ovino, porcino... Si profundizamos un poco no cabe duda que la grave situación por la que atraviesa el sector agrario tiene su origen en una profunda crisis de mercado con costes de producción hundidos y costes de producción disparados.

En los últimos cinco años (2003-2008), los datos de la evolución de la renta agraria real nos muestra un descenso del 26%, lo que sumado a una pérdida de 124.000 empleos en dicho período ponen de manifiesto la situación grave crisis en la que se encuentra el sector agrario. En dicho período, según el último informe de renta del Ministerio de Medio Agrario, Rural y Marino, se ha producido un incremento espectacular de los costes de la producción agraria, hasta un 34,3%, los cuales representan ya un 86% de la renta agraria final. Por otro lado, el descenso de precios en origen es cada vez más generalizado y acuciante: un 23% en el trigo panificable, un 27% en la cebada, un 48% en las patatas o un 31% en el vino de mesa, por poner algunos ejemplos.
Existen numerosos problemas en la cadena de distribución agroalimentaria que están afectando negativamente a la renta de los agricultores de nuestro país como por ejemplo, presión “hacia abajo” de los precios al productor, retraso de los pagos en el tiempo, exceso de importaciones, devolución injustificada de productos, no remuneración de los costes de producción, inexistencia de contratos-tipo efectivos de regulación al respecto, etc. Todo esto se traduce en márgenes abusivos a lo largo de la cadena agroalimentaria, que hacen que los agricultores y ganaderos, y los consumidores sean los grandes perjudicados.

Las exigencias de las tres organizaciones convocantes (UPA, Asaja y COAG) son las siguientes:
1) Precios justos para los productos y regulación de los mercados agrarios: se debe garantizar que los agricultores puedan negociar precios mínimos ligados a costes de producción; se debe poner coto a la posición de dominio de la gran distribución; se debe asegurar la preferencia comunitaria para nuestros productos; se deben exigir las mismas condiciones de producción y garantías sanitarias para los productos de terceros países.
2) Costes. Es preciso conseguir mayor transparencia en los precios de los insumos agrarios: abonos, electricidad, gasoleo, fitosanitarios, plásticos, piensos... Hay que revisar el marco regulatorio de suministro eléctrico a las explotaciones agrarias.

3) Una fiscalidad adecuada. Incremento del IVA compensatorio al sector ganadero; aplicación del IVA reducido a los insumos agarios; puesta en marcha, tal y como está comprometido, del gasóleo profesional.
4) Plan de financiación y refinanciación del sector agrario. Es necesario definir unas nuevas líneas de crédito ICO para los agricultores y ganaderos y para las cooperativas agrarias. Hay que inyectar liquidez al sector agrario; es preciso refinanciar la deuda existente proveniente de otras líneas ICO, planes de mejora, etc.
5) Establecimiento de una PAC sólida más allá de 2013. Es necesario que se defienda un presupuesto suficiente para la única política común que tiene en la actualidad la Unión Europea: la política agraria.
6) Definir un verdadero plan de apoyo a las energías renovables que tenga una de sus bases en el sector agrario.
7) Apoyo decidido al sector agrícola y ganadero de cara a la adaptación a las consecuencias derivadas del cambio climático.
8) Puesta en marcha de un plan de concentración de la oferta e integración cooperativa, que permita evolucionar hacia un modelo de cooperativismo dimensionado y competitivo, que pueda hacer una defensa eficaz de las rentas de los agricultores y ganaderos en el mercado globalizado.

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