Si la decisión de celebrar o no un congreso extraordinario la iban a tomar entre Manuel Chaves y José Antonio Griñán, ambos también serán los encargados de cerrar el debate abierto en los últimos días sobre esta cuestión. Seguirán el esquema marcado, no sólo por la Ejecutiva federal sino también por ellos mismos, de que ahora no cabe un congreso extraordinario porque el PSOE debe centrarse en la crisis económica.

Tras la resaca de las declaraciones del jueves, en las que la secretaria de Organización Leire Pajín dejaba claro que en las prioridades del partido no entraba un congreso extraordinario en el PSOE andaluz tras el relevo “ejemplar” en la Presidencia de la Junta, y algunas aparentes contradicciones en las declaraciones de Chaves y Griñán, tanto el secretario general del PSOE-A como el presidente de la Junta han decidido explicarse juntos y en la sede regional de los socialistas.

Manuel Chaves insistió el jueves, una vez más, en que las prioridades del partido estaban en los problemas de los ciudadanos, que era donde tenía que centrarse el PSOE, y que el debate no era sobre la conveniencia o no de realizar un congreso extraordinario para que Griñán lo sustituyera al frente de la Secretaría General del partido en Andalucía. Tampoco daba fechas sobre el momento oportuno en el que podría llevarse a cabo este relevo.

Media hora más tarde y ante la insistencia de la prensa, el presidente de la Junta daba un titular: “no lo descarto”, por el congreso extraordinario, pero sin dejar de repetir incesantemente lo mismo que había dicho el propio Chaves, que después diría Leire Pajín y que todos los dirigente socialistas preguntados al respecto.

Además, Griñán seguía remitiéndose a la nota de los ocho secretarios provinciales, en el que le expresaban “su indiscutible liderazgo social y su condición de máxima autoridad política del proyecto socialista andaluz, hoy y para el futuro”.

El posible debate interno que pueda haber suscitado la bicefalia en el PSOE, es decir, que el secretario general no sea el presidente de la Junta, ha quedado aparentemente zanjado a nivel regional, puesto que la línea de Chaves, Luis Pizarro y Rafael Velasco ha sido la misma aunque algún dirigente haya podido discrepar. Pero también ha quedado zanjado a nivel federal, que tiene claro que la Presidencia de la UE y la crisis son los únicos elementos en los que los socialistas deben pensar en estos momentos.

Debate “cerrado”

Como dijo Manuel Chaves en un acto del partido, un congreso extraordinario entretendría a los socialistas de los objetivos marcados y, además de la crisis y Europa, se acercan las municipales y hay mucho trabajo que hacer en las áreas en las que el PP ha ganado terreno al PSOE.

De hecho, los socialistas se tomaron tan a pecho ayer las declaraciones de sus máximos dirigentes a nivel federal y regional que dieron todos por zanjado el tema del congreso regional. Incluso Luis Pizarro, vicesecretario general del PSOE-A, decía ayer “a partir de hoy, ya no va a haber pronunciamientos en ese sentido porque todos los dirigentes del partido ya han hecho pronunciamientos en relación con el tema”.

Y Gaspar Zarrías, secretario provincial del PSOE de Jaén, también daba por cerrado el debate y declaraba que bastaba con echar un vistazo a los periódicos para saber “quién dirige el partido y quién el Gobierno” andaluz.

Sea como fuere, la oposición siguió cargando las tintas sobre el debate abierto en el seno del PSOE. Así, el coordinador regional de IU, Diego Valderas, aseguraba ayer, mientras repartía folletos para la manifestación convocada el 29 en Sevilla en protesta por la crisis, que es una “frivolidad” que Griñán y Chaves piensen en quién lidera el partido en vez de preocuparse por lo que sufren muchos andaluces.

Para Valderas, este debate “no le importa a la mayoría de los ciudadanos”, más preocupados por otros temas como el desempleo.

Añadió que el “nerviosismo” juega contra los intereses de Andalucía y que esta situación de “insatisfacción e inseguridad permanente” que tiene Griñán le mueve a tapar la situación real de la comunidad y “algo más importante: que no tiene ningún proyecto político”.