España ha descartado, por el momento, suspender las conexiones con Reino Unido ante la propagación de la nueva cepa del coronavirus. Así, los aeropuertos de Andalucía, en concreto los de Málaga y Sevilla, tienen programados este lunes 38 vuelos, tanto salidas como llegadas.
En concreto, según han informado desde Aena a Europa Press, el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol tiene programadas 17 llegadas desde Reino Unido y 19 salidas; mientras que el aeródromo de Sevilla-San Pablo tiene previsto un aterrizaje y un despegue este lunes. En el conjunto de España son 201 los vuelos programados.
El Gobierno de España ha anunciado que, ante la aparición de una nueva cepa de coronavirus en Reino Unido, reforzará en aeropuertos y puertos el control de verificación de pruebas PCR a las personas que procedan del país, descartando sumarse a la suspensión ya anunciada por Bélgica, Austria, Letonia, Países Bajos, Italia, Austria, Irlanda, Francia, Bulgaria, Polonia, República Checa, Finlandia, Dinamarca y Suecia. Otros, como Portugal, han adoptado medidas intermedias.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha apostado por la coordinación europea para decidir sobre la nueva cepa de coronavirus de Reino Unido, y ha asegurado que en España "no hay constancia" de que haya presencia de esta cepa.
En el caso del aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, el primer vuelo procedente de Reino Unido este lunes llegaba a las 10.00 horas procedente de Bristol, seguido 15 minutos después por otros con origen Leeds y East Midlands. Londres, Birmingham, Southend, Glasgow o Manchester son otros de los aviones que aterrizarán en las instalaciones malagueñas durante la jornada. En el caso de Sevilla, llegará un vuelo desde Londres.
En estos momentos los pasajeros que llegan a cualquier aeropuerto español deben aterrizar con una PCR negativa realizada en Reino Unido. La detección de una nueva cepa de coronavirus en Reino Unido ha motivado una cascada de bloqueos y cancelaciones en los transportes a nivel mundial, tanto dentro como fuera de Europa, después de que el Gobierno de Boris Johnson reconociese que la variante, aparentemente más contagiosa, está "fuera de control".