Francisco de Asís Molina, el juez de Instrucción número 4 de Sevilla que investiga la desaparición y el presunto asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo Casanueva la noche del 24 al 25 de enero, ha rechazado volver a buscar el cuerpo de la joven en la zona de la zanja de Camas donde ya se buscó hace más de un mes sin resultados positivos, todo ello al entender que no existe un motivo "razonable" para ello.

En un auto fechado hoy día 20 de noviembre, al que ha tenido acceso Europa Press, el juez rechaza de esta manera la petición realizada por el letrado de la familia de Marta en el que solicitaba que se acordara la inspección policial, previa excavación y levantamiento, del terreno circundante a una tubería soterrada ubicada en las inmediaciones del domicilio de la familia de Camas con la que convivía el asesino confeso, Miguel Carcaño.

En este sentido, y dentro de la pieza separada de "continuación de gestiones para la búsqueda y localización del cuerpo de Marta del Castillo" abierta por el Juzgado, el titular del mismo relata que la petición de la familia estaba fundamentada en la información facilitada por algunos vecinos de Camas, los cuales habrían afirmado que a finales de enero de 2009 habría sido soterrada en las proximidades del domicilio de la ex novia de Carcaño una tubería, todo ello tras abrir una pequeña zanja o talud.

Así, y tras destacar la "minuciosa" investigación realizada a tal efecto por la Brigada Provincial de Policía Judicial --a la que se le solicitó un informe sobre la "idoneidad, instrumentalidad y viabilidad" de llevar a cabo esta nueva búsqueda--, el juez señala que la empresa constructora Tragsa fue la encargada de realizar las obras de encauzamiento de las aguas procedentes del arroyo Cañorronco, añadiendo que el capataz encargado de la empresa "se muestra certero al precisar" que la tubería de desagüe instalada en la zanja que abrieron en esa zona "estaba totalmente cubierta de tierra el día 15 de enero".

LA ZANJA, "TOTALMENTE" CERRADA ANTES DEL 24 DE ENERO

Al hilo de ello, indica que para acreditar lo anterior el referido capataz aporta fotografías de la zona realizadas ese mismo día, y agrega que los extremos resultantes de la declaración del encargado y de las fotos aportadas "se ven corroborados por la contundente y certera" declaración de un vecino de la zona que vive junto a la zanja, el cual "casualmente" realizó una grabación del lugar con una cámara de vídeo y afirma que "antes del día de los hechos --24 de enero-- la zanja estaba totalmente cerrada".

De este modo, precisa que la grabación aportada por este último testigo para respaldar sus afirmaciones está realizada el 16 de enero, momento en el que la zanja "estaba totalmente cubierta de tierra", y pone de manifiesto que una vez han declarado otros 14 vecinos --además del anterior--, "queda desvirtuado el rigor" de la fuente de información empleada por los padres de Marta para solicitar la nueva búsqueda, pues además la "imprecisión" de los testigos sobre las fechas en las que la zanja estaba abierta, "con una puntual excepción, es generalizada".

Además, el juez instructor explica que las labores de búsqueda realizadas en su día en las inmediaciones del domicilio de la menor de Camas, reforzadas por la búsqueda acordada a finales de septiembre, "respondieron al objetivo que perseguimos a ultranza en este proceso", como es la búsqueda y localización del cuerpo de la joven, "y a la consiguiente necesidad de investigar la realidad de las manifestaciones de la menor Rocío cuando señaló el lugar en el que Carcaño le habría confesado haber arrojado el cuerpo".

LA NUEVA BÚSQUEDA "NO OBEDECE A UN PRINCIPIO RIGUROSO"

En ese momento, según dice, "se puso en marcha el dispositivo necesario" por parte de funcionarios de las brigadas provinciales de Policía Judicial, Policía Científica y Seguridad Ciudadana, así como operarios del Ayuntamiento camero, "que extendieron las pesquisas más allá del lugar señalado por la menor con resultado negativo", incidiendo en que la nueva búsqueda propuesta "no obedece a un principio riguroso".

Así, y aunque asevera que esta resolución "no pretende descartar cualquier posibilidad", argumenta que, "aún en la necesidad de agotar la investigación de todas las hipótesis, por remotas que sean, es responsabilidad del Juzgado actuar con rigor al valorar la existencia de indicios capaces de provocar actuaciones concretas", pero en el caso analizado "no existe un motivo razonable" para emprender nuevas obras de excavación y movimientos de tierra "distinto al que justificaría cualquier otro operativo sobre zonas o lugares escogidos aleatoriamente o al azar, pese a que siempre estaría amparado en el actual anhelo y esperanza de encontrar a su hija por parte de unos padres destrozados por el sufrimiento".