Hace dos años de las elecciones andaluzas que cambiaron el signo político en la Junta tras casi 40 años de gobiernos socialistas. Vox irrumpió en el mapa político andaluz con 12 diputados, uno de ellos era Alejandro Hernández, recién incorporado a la política. Ahora es el portavoz de Vox en el Parlamento y la referencia de Santiago Abascal en Andalucía. Es el encargado de llevar el peso de las negociaciones de su partido en los Presupuestos y un incordio para el presidente de la Junta durante las sesiones de control.
Alejandro Hernández critica que el Gobierno de Pedro Sánchez “maltrate” a Andalucía por “una cuestión partidista”. Espera que la Junta de Andalucía dé un paso adelante en materia de inmigración y reitera que la ideología de Vox está “muy alejada” de ser fascista.
¿De qué y de quién hay que defender la Constitución española?
–Hay un Gobierno de España compuesto por un PSOE que no defiende la legalidad y el orden constitucional y por Podemos, que es un partido antisistema y que tiene como objetivo acabar con la monarquía. Entendemos que estamos en unas circunstancias en las que la convivencia entre españoles se está poniendo en riesgo. Las concentraciones tuvieron todas las medidas sanitarias.
¿Cree que la monarquía es actualmente la imagen de la unidad nacional?
–Es uno de los símbolos. Felipe VI es uno de los mejores símbolos de la España moderna.
¿Cuál ha sido el mayor error del Gobierno de España en la gestión de la pandemia?
–El primer error fue no reconocer lo que venía. Manejaba datos desde diciembre de 2019 con información y negó hasta el 8 de marzo la existencia del Covid. Las declaraciones de Simón quedarán para la historia al decir que como mucho habría algún contagio. Es curioso que este mismo señor esté gestionando todavía la pandemia y eso demuestra uno de los muchos errores cometidos por el Gobierno de España. Vox dijo a principios de febrero que había que cerrar las fronteras y los vuelos procedentes de China.
¿Y del Gobierno andaluz?
–El problema básicamente que ha tenido es que no ha sabido ser exigente con el Gobierno central. Se vio cómo se seguía maltratando a Andalucía desde el Gobierno central por una cuestión partidista y cómo la Junta fue muy laxa en sus relaciones con Sánchez. Esto lo dice un partido que no cree en las autonomías.
¿Andalucía en Marcha y otras líneas de ayuda de la Junta son suficientes para salir de la crisis?
–Andalucía en Marcha no es más que un escaparate con maniquíes. Nada más. Lo que se está publicitando son las cosas que ya se habían anunciando como la Ciudad de la Justicia de Jaén. Es una operación cosmética de la Junta que está copiando con cierto éxito del Gobierno de España, que está más preocupado en aparentar que en hacer.
¿En qué mejoran los Presupuestos de Andalucía gracias a Vox?
–Hemos conseguido, y es lo más relevante, el control del gasto. Un tiempo en el que existe la tentación de endeudarse más y con presupuestos más expansivos, nosotros hemos puesto cordura y conseguido que ese endeudamiento no suba de manera exponencial. Otro objetivo es que las ayudas vayan a quienes realmente lo necesitan y que no vaya el dinero es cuestiones superfluas.
¿El cruce dialéctico entre Casado y Abascal tensó la negociación en Andalucía?
–No. Las acusaciones fueron muy graves y si eso lo dice un afiliado de base no pasa nada pero si lo dice un presidente nacional de un partido tiene luego sus consecuencias. A la hora de negociar los presupuestos no tuvo influencia porque ya llevábamos meses en contacto con reuniones desde incluso antes de verano. No pedimos nada nuevo que no hubiéramos pedido en el mes de septiembre. No variamos el discurso.
Les llaman ultraderecha, racistas, fascistas, xenófobos... ¿Qué es Vox?
–Me lo preguntas en pasado pero nos lo siguen diciendo. Nada de eso. Defendemos la monarquía parlamentaria como forma de gobierno, creemos en la división de poderes y creemos en el estado de derecho. Esto es lo más alejado de una ideología fascista.
¿Andalucía tiene un problema con la inmigración?
–Lo tiene Andalucía y toda España. Andalucía no deja de ser la parte de España más cercana al norte de África y nos coloca en situación de especial vulnerabilidad. Negar la existencia de ese problema es estar ciego.
¿Qué pasó en el Parlamento para que mandara “a tomar por culo” a su presidenta?
–Se ofendió gravemente a la formación de la que soy portavoz, al comparar Vox con Bildu, una formación compuesta por terroristas convictos y confesos que jamás han condenado la violencia. A los que me preguntan por este tema les digo si hace año y medio alguien pensaba que un Gobierno de España pudiera pactar unos Presupuestos Generales del Estado con Bildu. A nadie le parecía posible y ahora se ha rebasado esa línea roja. Entendemos que la presidenta del Parlamento no debió permitirlo y haber actuado de oficio. Pedí la palabra como portavoz, no se me concedió y monté en cólera. Creo que si pasara algo parecido mi reacción sería similar.
¿Dónde está la clave del éxito de Vox? Las encuestas dicen que a día hoy serían la tercera fuerza más votada en Andalucía.
–Hay quien dice que más difícil que llegar es mantenerse. Si la primera irrupción fue muy sorpresiva, incluso para algunos de nosotros, creo que ahora mismo la clave del éxito es que somos útiles. La gente ha percibido que votar a Vox en Andalucía es una opción útil.
¿Vox formaría gobierno con el PP?
–No lo sé. Son cuestiones de futuro y que se decidirán en su momento.
¿Le gustaría ser el candidato a la Presidencia de la Junta?
–Yo soy el portavoz del grupo parlamentario y estoy muy a gusto. En nuestro partido no se lleva que la gente se postule. Aquí todos somos voluntarios para el trabajo duro y el esfuerzo. Al candidato lo elegirá el Comité Ejecutivo Nacional.